África y el hegemonismo en esta era de cambio
Actualizado: 16 ene
Por Marcelo Muñoz*
Artículo publicado en Mundiario el 1/06/2023
La inversión china en África ha impulsado el 4% del crecimiento del PIB africano. El interés medio de los créditos occidentales es el del 5%, el de los créditos chinos es del 2,7%.
Parecía que Estados Unidos, desde su hegemonismo excluyente, centrado ahora en el Pacífico, se hubiera olvidado de África. Pero no del todo: muy recientemente el Secretario de Estado, Binken y la Vicepresidente Kamala Harris han recorrido varios países africanos: Sobresalen las visitas de la Vicepresidenta a Ghana, Zambia y Tanzania por la sinceridad o crudeza de algunos de los mensajes que ha escuchado, más allá del lenguaje diplomático.
En Ghana su presidente la recibió con estas palabras:
“Llegaste a África, aterrizaste en los aeropuertos construidos por los chinos, viajaste por carreteras pavimentadas construidas por China y celebraste conferencias de prensa en edificios construidos por los chinos. Y te atreves a sermonear a África sobre cómo los chinos están explotando el continente. Además, usted nos ha predicado sobre la democracia y los derechos humanos, que usted viola rutinariamente. Usted tiene una política exterior basada en la arrogancia y la falta de respeto. La política exterior china se basa en el respeto mutuo, la cooperación internacional, el desarrollo y la asociación…”
El líder de la oposición de Zambia, Fred M'membe, dijo: … “Un país que ha derrocado a tantos gobiernos en África, que ha provocado tantos trastornos en África y en otras partes del mundo. El país que ha asesinado a tantos de nuestros líderes en África y otras partes del mundo. Los asesinos de Patrice Lumumba, los asesinos de Kwame Nkrumah, los asesinos de Nasser, los asesinos de Muammar Gaddafi, vendrán hoy a enseñarnos sobre democracia”.
“Un país que se construyó sobre la fuerza bruta, sobre la esclavitud de otros seres humanos, sobre la humillación de los africanos, sobre la explotación de los africanos, vendrá hoy a enseñarnos democracia… Si no respetas la soberanía de otros países, no puedes pretender ser el ‘campeón de la democracia’”. Así denunciaba la hipocresía de EE.UU., cuando pretende enseñar sobre democracia a los países africanos que han sufrido su opresión y explotación durante siglos, mientras apoyaba regímenes coloniales y derrocaba gobiernos legítimos del continente: “esta actitud refleja la arrogancia imperialista hacia África”.
Harris es la más alta funcionaria dentro del Gobierno de Biden en visitar África y la quinta persona que lo hace desde la Cumbre Estados Unidos-África celebrada en diciembre en Washington.
Otros han sido la secretaria del Tesoro Janet Yellen, la embajadora de EE.UU. ante Naciones Unidas, Linda Thomas… y el secretario de Estado Anthony Blinken.
Pero el economista y profesor de Finanzas de la Universidad de Ghana, Godfred Alufar Bokpin, indicó que en su país y en el continente en general había un cierto nivel de escepticismo sobre el elevado interés de Washington en África, sobre todo en lo referente al tema financiero. “Esta relación necesita hacer énfasis en el respeto mutuo”, añadió en una entrevista en la BBC.
Todas estas declaraciones frente a Estados Unidos por parte de dirigentes y pensadores africanos no son más que una muestra más de que “estamos en una era de cambio y un cambio de era” como dijo Kissinger. Y Estados Unidos, ignorando estos cambios, cada día tiene más dificultad para preservar su hegemonismo excluyente.
¿Por qué ese nuevo interés de Estados Unidos por Africa?
La primera razón es que África es hoy el 20% de la población mundial y dado su crecimiento demográfico, pronto será más del 25%, es decir África es la mayor reserva de mano de obra del mundo y de mano de obra joven: en 2030 tendrá el 29% de la población mundial menor de 25 años. Y en 2.100 la población de África, según cálculos de la ONU, será de 4.700 millones.
La segunda razón, el crecimiento económico: en 2019, antes de la pandemia, diez de los países de mayor crecimiento del mundo eran africanos, con un crecimiento medio del 7,8%, según el Banco Mundial. (Ghana, Suráfrica, Ruanda, Etiopía, Costa Marfil, Senegal, Yibuti, Benín, Níger y Uganda); y el crecimiento económico medio de África, de 2000 a 2019, fue del 4,4%.
La tercera razón, es que África puede ser la zona de mayor emergencia económica en las próximas décadas, por sus enormes reservas naturales, tanto agrícolas, como mineras, industriales y humanas y de productos energéticos y productos clave para los avances tecnológicos actuales.
Y la última razón, la que ha movido a Estados Undos hacia África:la presencia china en el continente es espectacular:
En los últimos 40 años el comercio bilateral África – China ha pasado de 760 millones de dólares a 200.000: es decir, se ha multiplicado por 262. Y se espera que llegará a los 400.000 en 2025. China es el mayor socio comercial del continente desde 2010, comercia con todos sus países y es su principal fuente de financiación.
La inversión china en África ha impulsado el 4% del crecimiento del PIB africano. El interés medio de los créditos occidentales es el del 5%, el de los créditos chinos es del 2,7%.
Hay 10.000 empresas chinas en África, con más de un millón de trabajadores y técnicos chinos. 60.000 universitarios africanos estudian en China (más que el total de estadounidenses y británicos).
160.000 profesionales de empresas privadas y públicas han recibido cursos de perfeccionamiento en China. Los servicios de red proporcionados por China a África cubren 700 millones de terminales.
Hay 50 Institutos Confucio en capitales africanas, un Centro de Estudios Africanos y un Centro antiterrorista.
Y, quizá lo más destacable, es la participación china en las infra estructuras de África: estadios, hospitales, Centros de enseñanza, Centros gubernamentales, carreteras, ferrocarriles, puertos, gasoductos, aeropuertos, presas, instalaciones agrícolas, comunicaciones, parques industriales, Centros comerciales y logísticos, empresas de comercio electrónico, móviles e internet... En total, China ha contribuido con su ingeniería y su financiación a la construcción de 15.000 km de vías férreas, (que se duplicarán en 2030, con largos tramos electrificados y de AVE), 100.000 km de carreteras, mil puentes y casi cien puertos, 80 instalaciones eléctricas de gran escala... Y ha ayudado a construir más de 130 instalaciones médicas, 45 estadios, más de 170 escuelas y una lista larga de proyectos en curso.
En carreteras, destacan la que unirá Dakar y Yibuti, la costa oriental africana con la occidental, por primera vez en la historia: casi 10.000 km, un proyecto de la Unión Africana, con financiación del Banco Mundial, otros Bancos y financiación china. Y, más a largo plazo, el proyecto El Cairo – Ciudad del Cabo, norte a sur de África, que se potenciará con el túnel Europa –África, bajo el estrecho de Gibraltar para conectar toda la red viaria panafricana con la euroasiática, según el pre-proyecto en el marco de la Nueva Ruta de la Seda.
¿Se entiende, entonces, este renovado interés de Estados Unidos por África mientras ve amenazado su hegemonismo excluyente? ¿o es Estados Unidos quien no acaba de entender y asumir que “estamos en una nueva “era de cambio y cambio de era”?
Artículo publicado en Mundiario el 1/06/2023. Puedes consultar el artículo en su fuente original aquí.
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