UNA SEGUNDA VISITA AL DESARROLLO CON CARACTERÍSTICAS CHINAS
Actualizado: 24 jul
Por Juan Andrés Gascón*
Publicado el 23/07/2024
Durante el reciente viaje que realicé a China representando a la Fundación Cátedra China, junto a otros 3 delegados y profesionales con quien tuve el gusto de compartir la experiencia[1], tuve la oportunidad de visitar diversos lugares que ofrecen una visión clara del desarrollo y la innovación del país en los últimos años. Desde la metrópoli de Beijing hasta la emergente Xiongan New Area, cada destino nos proporcionó aprendizajes valiosos sobre los modelos de crecimiento y el potencial de la cooperación internacional para alcanzar el desarrollo.
Durante nuestra estancia en Beijing, el primer destino de nuestra travesía en China, uno de los momentos más destacados del viaje fue nuestra visita al más reciente museo del Partido Comunista Chino. Este museo refleja el compromiso del partido y el país con su historia y los sacrificios del pasado. La narrativa presentada nos ofreció una perspectiva sobre los desafíos y logros que han moldeado a la China contemporánea. Una vista que sin duda nos permitió vincular mejor los lugares históricos de la guerra civil china que visitamos más adelante. Otra visita interesante fue el recorrido por el Zhongguancun Life Science Park, una zona emergente que combina nuevas tecnologías, sostenibilidad y desarrollo industrial, conectada como un nuevo espacio urbano que extiende las fronteras de Bejing.
Tras nuestra visita a Beijing, nos movilizamos a Xiongan New Area, una ciudad joven anunciada en 2017. Se trata de un proyecto emblemático que destaca el compromiso de China con la sostenibilidad y la innovación tecnológica, al punto de crear una ciudad nueva para descentralizar Beijing y poner a prueba nuevos modelos de urbanismo. Este propósito de convertirse en una ciudad modelo, Xiongan busca integrar el desarrollo verde con infraestructuras avanzadas, ofreciendo una visión de futuro que Europa puede observar con interés.
Tras recorrer Beijing y Xiongan, uno de los itinerarios más enriquecedores fue la visita a Wuhan. Esta ciudad, que alberga aproximadamente a 11 millones de personas, ha experimentado una notable recuperación postpandemia. El desarrollo urbano y el crecimiento económico de Wuhan son testamentos de su resiliencia y capacidad de adaptación. Observamos políticas de preservación ecológica que buscan equilibrar el rápido desarrollo urbano con la sostenibilidad ambiental, un enfoque que resuena con los objetivos europeos de desarrollo sostenible.
Puesto que esta visita a China se centraba en la realización del encuentro internacional sobre el “socialismo con características chinas”, se podía apreciar que, tanto en las ciudades anteriores como en Wuhan, la narrativa y enfoque político eran compartidos: el compromiso de China con la erradicación de la pobreza. Cabe destacar que las campañas dirigidas a mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos han resultado en la reducción significativa de la pobreza extrema, sacando a más de 100 millones de personas de condiciones desfavorables extremas. Este enfoque integral hacia el bienestar social proporciona más puntos de encuentro que obstáculos en su relación con Europa, especialmente en el diseño y transferencia de buenas prácticas, en términos de políticas sociales inclusivas.
Aunque con un papel más secundario en este encuentro, la Iniciativa de la Franja y la Ruta (Belt and Road Initiative) destacaba como un pilar en la estrategia global de China para fortalecer las conexiones internacionales. Tanto en la reunión con los representantes del Departamento de Relaciones Internacionales del Partido Comunista Chino, como en los seminarios y visitas en Xiongan o Wuhan, esta iniciativa se mantenía en la conversación como un referente claro del rol internacional de China. Por ejemplo, en la visita a las universidades de Hubei y Wuhan. se resaltaron las diferentes aportaciones del pensamiento político chino y de iniciativas como la nueva ruta de la seda para generar espacios de diálogo intercultural, abriendo rutas comerciales y fomentando una cooperación económica más estrecha entre Asia, Europa y el mundo.
En este sentido, cabe resaltar que el aprendizaje más valioso del viaje ha sido la importancia de la comprensión mutua y la cooperación cultural. En un mundo cada vez más interconectado, conocer y comprender a China es esencial para Europa, y viceversa. La historia, la cultura y las políticas de China tienen un impacto global, y sólo a través de un diálogo abierto y un entendimiento compartido podemos construir puentes que fomenten la paz, la prosperidad y el desarrollo mutuo. La Fundación Cátedra China, que ha apoyado este viaje y nos ha propuesto como delegados para este encuentro, aporta un esfuerzo visible en este proceso de entendimiento y colaboración. Su labor en la promoción de intercambios académicos, políticos y económicos entre España y China resulta una oportunidad valiosa para cambiar los prejuicios asentados sobre ese “otro” que tiene mucha asociación con China.
Dentro de todo este proceso, es esencial compartir nuestras experiencias y aprendizajes con un público más amplio, cooperando con instituciones, asociaciones y profesionales en similares iniciativas, fomentando un interés y una comprensión más profundos sobre China. Para ello, precisamente como intentan hacer, o parecen estar logrando en China, es importante construir espacios de carácter institucional, inmunes a la pugna de egos y agendas particulares, que permitan trascender los encuentros e intercambios en proyectos de diálogo y desarrollo mutuo, para un destino compartido.
En conclusión, valoro esta segunda visita a China como una experiencia enriquecedora que subraya la importancia de mirar más allá de nuestras fronteras y aprender de otros modelos de desarrollo y gobernanza. Desde Europa, debemos reconocer y valorar estos aprendizajes, así como ofrecer los nuestros, utilizando el conocimiento adquirido para fortalecernos en conjunto. Por supuesto, no es una tarea fácil ni rápida, ya que, tanto en China e incluso en Europa queda mucho por recorrer, donde todavía hay problemas que solventar y necesidades que satisfacer, pero un paso adelante inicia con un mayor diálogo. Conocer más a China no solo es beneficioso, sino esencial en nuestro esfuerzo por construir un futuro global más armonioso y próspero.
Gracias por la oportunidad de compartir esta reflexión.
[1] El Licenciado y analista internacional D. Fernando Moragón, el asesor político y licenciado Francisco González Torraba y el Dr. Gustavo Matey.
*Nota: Las ideas contenidas en las publicaciones de Cátedra China o de terceros son responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesariamente el pensamiento de esta Asociación.
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