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SARAMAGO INVITA A HABLAR DE CHINA EN LANZAROTE. SE PRESENTA EN LA ISLA EL ÚLTIMO LIBRO DE JAVIER GARCÍA "CHINA, AMENAZA O ESPERANZA"

Actualizado: hace 1 día

Por Mariña Alén

Publicado el 09/09/2024




La luna brillaba casi llena sobre la entrañable casa de José Saramago y Pilar Del Río en Tias mientras un centenar de isleños contemplaban absortos los movimientos de dos mujeres y un hombre solos en el jardín.

 

Las siluetas de Maite Gorriz, Sonia Teruel y Reinier Alfonso, de la compañía de danza lanzaroteña Lolailo, se adherían y separaban entre las rocas de lava volcánica para evocar un crimen. El de María y Petra Cruz, dos hermanas lanzaroteñas de principios del siglo XX, víctimas del patriarcado y la injusticia.

 

María fue violada y asesinada por los lacayos de unos caciques locales, que después acusaron a Petra de lo sucedido. La “justicia” dejó libres a los autores y culpó a la hermana, que sufrió un martirio de cárcel y vejaciones hasta acabar sus días en un psiquiátrico.

 

“María y Petra. Causa 31” concluyó con una voz femenina que recordaba los nombres de las …. mujeres asesinadas en Lanzarote y dejó a los espectadores conmovidos bajo la luna, que iluminaba ya el lugar donde Saramago contemplaba el mar desde el jardín al atardecer.

 


Pero no fue esa la única sorpresa del día en la casa del inolvidable escritor portugués. Muchos de los presentes habían asistido poco antes a la presentación del libro China, amenaza o esperanza’ (Akal, Madrid 2022) de Javier García, un periodista español que lleva viviendo seis años en el país asiático.

 

García dirigió la delegación de la Agencia Efe en China durante tres años, después de haber estado al frente de otras oficinas internacionales de este medio público en países de Europa, Oriente Medio, América Latina o África.

 

A finales de 2021, expresó en las redes sociales su descontento por la forma en que los medios occidentales informan sobre China en lo que consideró una “campaña claramente intencionada para desprestigiar y denigrar la imagen” del país.

 

Este es uno de los temas que aborda en su libro el periodista vigués, de 59 años, que desmenuza las palabras y las tácticas empleadas para presentar de forma negativa casi todas las noticias de China y pintarla como una amenaza a la que hay que combatir desde Occidente.

 





Analiza además las políticas clave chinas, no solo para el país sino también para el mundo, que no tienen cabida en nuestros medios. Entre ellas, la salida de la extrema pobreza de más de 800 millones de personas, la lucha contra las desigualdades, el radical cambio de mentalidad que ha puesto a la ecología en el centro de todas sus políticas o el tradicional pragmatismo chino, que confiere mucha flexibilidad a la acción del gobierno.

 

Gentes de todas las edades hicieron pequeña la biblioteca de la casa-museo para escuchar las palabras del periodista, entre ellos algunos jóvenes chinos adoptados por lanzaroteños que escuchaban quizás por primera vez una visión diferente de su país a la que ven en televisión.

 

“Occidente presume de libertad de expresión, pero yo he perdido incluso a amigos simplemente por expresar mis ideas sobre China. Hasta ese punto llega la enorme presión y la censura en todo lo relacionado con este país”, dijo García al comenzar el acto.

 

De hecho, redes sociales como X (antes Twitter) o Facebook continúan censurando muchos contenidos sobre China o advierten al usuario sobre contenido malicioso antes de que pueda acceder a recensiones sobre el libro del periodista gallego.

 

“¿Cómo ha hecho China para sacar al 75% de la población mundial de la extrema pobreza? ¿No es importante? No sabemos nada. Si lo hubiera hecho cualquier otro país, tendríamos series informativas completas en los medios. Del programa chino, sin embargo, solo pudimos leer críticas”, indicó.

 

Una pobreza que es además, de lejos, el problema que más preocupa a la población en Occidente, según reflejan las últimas encuestas realizadas en EEUU y Europa.


“Para entender a China hay que liberarse de los prejuicios, lo que no es nada sencillo. La obsesión de los medios occidentales por oscurecer la imagen del país ha acabado penetrando en las cabezas más abiertas y conformado una suerte de nebulosa mental que impide ver sus impresionantes avances en las últimas décadas”, aseguró.

 

A su juicio, la mayor dificultad a la hora de juzgar a China desde Occidente radica en que “proyectamos constantemente nuestros propios valores y nuestra forma de pensar a una civilización completamente diferente”.

 

Algo que es evidente cuando se habla de la amenaza china. El periodista explicó que estamos acostumbrados a un mundo modelado por Occidente desde hace cientos de años y nos resulta prácticamente imposible concebir una relaciones internacionales que no se basen en el deseo de unos países de colonizar, conquistar o invadir a otros.

 

Pero los chinos, “no están interesados en exportar su modelo a otros lugares, ni en imponer su forma de pensar, nunca lo han estado a lo largo de su historia”, recalcó.

 

En este sentido, destacó la milenaria tradición pacífica de la civilización china, empezando por sus grandes corrientes de pensamiento como el taoísmo y el confucianismo o el budismo, la más pacífica de todas las grandes religiones humanas.

 

Habló también de las expediciones marítimas de Zheng He, que a partir de 1404 surcaron el Pacifico y el Índico con 30.000 personas en enormes barcos, algunos de 120 metros de eslora.

 

Hay quien sostiene que llegaron incluso a Australia y América, 90 años antes que Colón. En cualquier caso, recalaron en decenas de países, pero nunca conquistaron a nadie, ni intentaron imponer su modo de vida.

 

El periodista también destacó los espectaculares avances ecológicos de China en la última década, que la han convertido en líder mundial en energías renovables (solar, eólica, hidráulica), producción y uso de coches eléctricos, reforestación o proyectos como el de las “ciudades esponja” que aprovechan y regeneran el agua en las grandes urbes.

 




Asimismo, habló de la lucha contra las desigualdades, el nuevo gran objetivo chino, una vez superada la extrema pobreza. Explicó como, para ello, se ponen límites a las empresas tecnólogicas, se aumentan los impuestos a las grandes fortunas o se potencian los servicios públicos de calidad en proximidad, como la sanidad o la educación.

 

“Pese a que hay diferencias de riqueza, en China no manda el poder económico como en otros lugares y el sistema meritocrático posibilita que sean las mejores cabezas del país las que toman las decisiones, pensando a largo plazo y en el beneficio de toda la población”, afirmó.


 

Recordó además que desde los años 50, la política exterior china se basa en los 5 principios de coexistencia pacífica con los demás, entre los que figuran la no agresión y la no interferencia en los asuntos internos de otros países.

 

Esos principios son una buena base para construir un orden mundial multipolar, que podría ser bien diferente al unipolar que conocemos comandado por Estados Unidos, colmado cada vez más de guerras, injusticias y crisis ecológicas, resaltó.

 

“Es posible todavía imaginar un mundo multipolar que respete la diversidad de civilizaciones, en el que todos los países puedan convivir en paz dedicándose al intercambio cultural y comercial, sin que nadie intente imponer a los demás su modelo económico o social”, dijo.

 

Los asistentes a la presentación hicieron muchas preguntas, que mostraron el interés de los isleños en acceder a una visión de China diferente a la que les llega desde los medios, y agotaron la treintena de ejemplares disponibles en la casa de Saramago al final del acto.

 

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