PAN GU, NÜWA Y OTROS PERSONAJES DE LA MITOLOGÍA CHINA
Por Ignacio Saavedra
Publicado el 22/05/2024
Se ha celebrado recientemente en la Universidad Complutense de Madrid el III Seminario Internacional de Mitología China, organizado por los profesores Consuelo Marco, David Sevillano y Zhang Lan. Una buena oportunidad para introducir a nuestros lectores en el fascinante mundo de la mitología china.
¿Cómo fue creado el universo? ¿Cómo aparecieron los primeros seres humanos en el planeta. Todas las culturas antiguas tienen una explicación mitológica para las grandes preguntas antes de que el avance de la Ciencia permitieran respuestas más verificable. China, como cualquier cultura, tiene dioses y mitos que marcaron la vida de su sociedad durante muchos siglos.
Pangu, creador del universo
Como explica Gabriel García-Noblejas en su obra Mitología de la China antigua, “China tiene la suerte de contar con varios mitos que narran cómo nació el universo”. En efecto, una de las peculiaridades de la mitología china, subrayada por el profesor Zhao Linan durante el seminario de la Universidad Complutense, es que, al tratarse de un país gigantesco, hay una cierta heterogeneidad de tradiciones mitológicas. Sin embargo, el mito de Pan Gu como creador del universo tuvo una difusión que abarcó casi todo el territorio chino.
En medio del cielo y de la tierra, que estaban juntos y mezclados como si fueran un huevo, nació Pan Gu. El cielo y la tierra tardaron dieciocho mil años en separarse. Lo Yang, que era claro, fue haciéndose el Cielo y Lo Yin, que era turbio, fue haciéndose la Tierra, y en medio cambiaba Pan Gu sin parar hasta que su sabiduría llegó a ser tanta como la del Cielo y su fortaleza tanta como la de la Tierra.
Así reza la versión más reconocida de los relatos cosmogónicos de la China antigua. Como explicó la profesora Zhao Linan, Pan Gu se convirtió en todo: de sus ojos surgieron el sol y la luna. De su sangre, todos los ríos. Sus piernas serían los pilares de la Tierra, considerada entonces como una superficie plana apoyada sobre ese soporte.
Nüwa
El otro gran personaje de la mitología china es la diosa Nüwa, la encargada de reconstruir lo que destruía el malvado Gonggong. En la tradición taoísta, la labor de Nüwa como salvadora del mundo, se explica de un modo muy poético. Se cuenta que “reparó primero el cielo azul con piedras de cinco colores que fundió y luego lo levantó usando las patas cortadas de una tortuga gigante a modo de cuatro columnas”, según la traducción que Gabriel García-Noblejas incluye en su Mitología de la China antigua.
Algunas tradiciones describen a Nüwa como la madre de todas las criaturas humanas con la colaboración de su esposo Ling Tong. Otras versiones sustituyen a Ling Tong por Fuxi, que sería hermano y esposo a la vez.
El origen de la seda y de la caligrafía
Quizá lo más peculiar de la mitología china es que, además de dioses, cosmogonías, seres fantásticos y otros elementos comunes a cualquier mitología, posee también explicaciones mitológicas sobre el origen de elementos más característicos de su cultura, como los caracteres y la seda.
Según el Libro del Maestro Han Fei, fue Cang Jie, que sabía escribir poco después de haber nacido, quien creó la escritura, empezando por dos caracteres que servían para diferenciar lo público de lo privado. A partir de ahí empezó a crear el alfabeto a partir, según la tradición, de las huellas de los pájaros. Un antiguo relato cuenta que, cuando Cang Jie creó la escritura, llovió arroz del Cielo. Esta lluvia se relacionaba con la invención de la escritura por suponer que esa invención iba a significar el fin de las tareas agrícolas.
La explicación mitológica del origen de la seda cuenta que la diosa de los gusanos se apareció al Emperador Amarillo, tras la victoria contra su adversario Chi You. La diosa saludó al Emperador con un hilado de fibras de seda que salía de su boca como símbolo de respeto. Otra tradición cuenta que 2700 años antes de nuestra era, un gusano cayó en la taza de té de la Emperatriz Leizu, esposa del Emperador Amarillo. Queriendo sacar el capullo del interior de la taza, la joven Emperatriz, sin pretenderlo, empezó a deshilar el capullo. Aprendió y difundió el arte de la cría de gusanos de seda y de la elaboración de tejidos con la seda de esos gusanos y por eso es considerada la diosa de la seda.
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