Lectura recomendada: El mundo según China, de Elizabeth C. Economy

Por Georgina Higueras*

Publicado el 18/07/2023

El mundo según China, Elizabeth C. Economy, La Esfera de los Libros, 2023

La politóloga estadounidense y asesora de la Administración Biden Elizabeth C. Economy realiza en su último libro un profundo análisis de las aspiraciones de China, y en particular del presidente Xi Jinping, de liderar la reforma del sistema de gobernanza global para acoplarlo a sus intereses y la respuesta que sus movimientos generan en Occidente, sobre todo en Estados Unidos.

El texto sostiene que algunas de las iniciativas de Xi, como convertir la reunificación de la patria en el centro de su gran proyecto del renacimiento de China y la Nueva Ruta de la Seda, que pretende situar a China en el centro del sistema internacional, imponen “inevitabilidad y urgencia” para que se cumplan las exigencias de Pekín tanto respecto a Taiwán como en cuanto al papel transformador de China en el diseño de las infraestructuras del siglo XXI. Estas iniciativas agravan las deterioradas relaciones con Washington, lo que unido a las diferencias ideológicas –sobre todo en materia de derechos humanos--, de liderazgo y al empeño de las dos superpotencias en la supremacía tecnológica, conducen, según la mayoría de los analistas chinos y estadounidenses, a considerar que “el conflicto político es inevitable”.

La autora advierte a Pekín de que la excesiva injerencia del Partido Comunista Chino en el control del poder blando chino hace que los efectos de este sean lo contrario de lo esperado y lo conviertan en poder agudo o incluso duro, lo que impide mejorar la imagen de China en el exterior. En consecuencia y para satisfacción de EEUU, “cuanto más importante es la presencia de China en el sistema de gobernanza global, más resistencia encuentra en otras instancias y más difícil resulta que saque adelante sus propuestas en el futuro”.

China busca una centralidad mundial que deja poco espacio a EEUU y sus aliados y limita las posibilidades de cooperación entre Washington y Pekín. Nos dirigimos, como poco y pese a que buena parte de los países no quiere una nueva guerra fría, hacia dos ecosistemas separados tecnológica, política, económica y militarmente. El libro concluye que antes de que China haya puesto en práctica sus aspiraciones, Occidente debe desarrollar una nueva organización del mundo más convincente.