La Gran Mezquita de Xi’an
Por Christian Careaga*
Publicado el 18/10/2023
Los versos del Corán empezaron a leerse en China entre los siglos VII y X, traídos por los comerciantes y guerreros del islam naciente a través de la Ruta de la Seda. Esta religión también se expandió por las costas chinas, practicado por navegantes árabes procedentes de Arabia Saudí, si bien árabes e iraníes ya comerciaban con ciudadanos chinos siglos antes, en tiempos de la dinastía Bei Wei.
Etnias musulmanas en China
Hoy en día, una parte muy pequeña de la población china es musulmana. Se estima en torno a unos 24 millones de seres, equivalente al 3% de la población total. Junto con la etnia Hui, la minoría uigur es la más representativa, con en torno a 12 millones de habitantes. Los uigures se encuentran asentados en la provincia de Xinjiang. Otros diez grupos de musulmanes sunitas residen en el Imperio Celeste, siendo las provincias de Ningxia, Gansu y Qinghai las principalmente habitadas por otros hermanos musulmanes.
El islam en China (fuente: Spikethenews).
Entre los más de 20 millones de miembros de las etnias hui, uigur, tártara, kirguiza, kazaka, uzbeka, tayik, dongxiang, salar y bao'an, la mayoría de sus residentes son musulmanes y creyentes en su fe. Hoy día, hay más de 30.000 mezquitas en China.
Si comparamos con España, en nuestro país habitan aproximadamente 2,3 millones de musulmanes y existen unas 1.800 mezquitas.
La Gran Mezquita de Xi’an
La Gran Mezquita de Xi´an tiene una planta completamente distinta a la de sus más famosas hermanas mayores, como son las mezquitas de Masyid al Haram, "la mezquita sagrada" de la ciudad de La Meca y el primer lugar santo del islam, la de Muhamad Ali del Cairo, la de Santa Sofia de Estambul, las chiitas de Quom, Shiraz y la de cristal de Shah Cherag Al de Shiraz, la de Al-Nuri de Mosul y las más recientes, modernas y deslumbrantes mezquitas de Sheikh Zayed y Jumeirah de los Emiratos Árabes… entre tantas otras.
La llamada Gran Mezquita es modesta, incluso en comparación con otras construidas en China, pero tiene el encanto de ser un centro religioso y lugar de culto islámico dentro de un templo chino. Para llegar hasta el mismo, hay que atravesar un zoco musulmán lleno de puestos que recuerdan a los de las ciudades de Alepo o Marrakech. Al fin y al cabo, los moradores y mercaderes de estas tres ciudades guardan tradiciones y creencias similares desde hace 1.400 años.
El barrio musulmán de Xi’an se encuentra en el corazón de la ciudad
La mezquita de Xi’an fue construida mirando al oeste, originariamente en el año 742, durante la dinastía Tang. Su misión sigue siendo la de atender a los cada vez más numerosos creyentes musulmanes que habitan en la capital de Shaanxi. Está considerada la más importante del noroeste de China y ha experimentado sucesivas restauraciones durante las dinastías Ming y Qing.
Su construcción comenzó en el primer año o periodo Tianbao de la Dinastía Tang y se hicieron varias ampliaciones durante las dinastías Song, Yuan, Ming y Qing, para convertirla en un antiguo complejo arquitectónico de más de 13.000 metros cuadrados. Su estilo es una mezcla de arquitectura tradicional china e islámica.
Este emplazamiento, en donde los musulmanes practican su vida religiosa, es un lugar histórico nacional. Curiosamente no tiene ni cúpulas, ni minaretes. Posee cuatro patios y grandes jardines, siendo estos patios los que se pueden visitar, quedando la sala de oración solo para uso exclusivo de sus fieles.
Evidentemente, se usan los espacios de la mezquita como en otros templos musulmanes del mundo: para hacer las abluciones, congregarse los creyentes cada viernes, enseñar el Corán, la lengua árabe y seguir el Ramadán.
Su puerta principal actual fue una obra de la dinastía Qing
Aunque no se permite -como en otras mezquitas- entrar a los infieles descalzos, sí se autoriza al visitante entrever -desde el exterior- el Salón principal, en este caso salón de oración o haram, con su mihrab y minbar, lugar desde donde el imán dirige la oración.
Sobre la libertad religiosa en el Imperio Celeste
No es el islam una religión predominante en China, pues en el Imperio del Centro no predominan en realidad las creencias religiosas, sino más bien las tradiciones culturales morales y de comportamiento individual y social, como lo son el confucionismo, el budismo y el taoísmo.
Familia china en la Gran Mezquita de Xi’an con Manolo Fernández y el autor del artículo
Ciertamente existen deidades o divinidades diversas (como la diosa de la verdad y lealtad Guan Yu o los dioses Shou Xing, de la longevidad; Fu Xing, del éxito y Lu Xing de la felicidad ). Por otra parte la presencia de amuletos, ánimas, espectros y fantasmas son representativos de ideas o conceptos asociados con el bien y el mal. Mas no es propenso el pueblo chino a aceptar incomprensibles dogmas ni a seguir a líderes espirituales. Por tanto, para quien no vive en el Imperio del Centro, le es difícil captar la posición del Estado frente a las prácticas religiosas cotidianas.
¿En qué grado se persigue o se tolera la libertad religiosa de musulmanes o católicos, por dar dos ejemplos? No olvidemos que la libertad de culto o religiosa es considerada en occidente una de las aspiraciones principales de los Derechos Humanos y un símbolo de respeto a la dignidad de las personas.
Hay que dejar a los creyentes expresar su pensamiento y profesar libremente su fe. La libertad religiosa se centra en permitir la libertad de culto, la celebración, las prácticas y las enseñanzas de manera individual o colectiva.
Nadie en China nació creyendo en Alá o en Buda o con creencias taoístas, sino más bien fueron pensamientos inculcados desde el entorno social. La religión y las creencias les vienen dadas al ser humano prácticamente desde su nacimiento.
Miembros de la Delegación de Cátedra China con el Imán de la Mezquita de Xi'an
Evidentemente, el respeto entre el Estado y las comunidades religiosas practicantes debe de ser mutuo. No cabe que una de las dos partes sea tolerante y la otra aplique la violencia. Por el bien y el entendimiento de toda la sociedad china, hace falta promover el dialogo, la transparencia y la comprensión entre todas las etnias. Solamente se podrá alcanzar la paz y la armonía social mediante la aceptación del otro, en una constante búsqueda de una amistad duradera.
*Nota: Las ideas contenidas en las publicaciones de Cátedra China o de terceros son responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesariamente el pensamiento de esta Asociación.
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