La Ciudad de Shenzhen desde la mirada de una estudiante española
Por Beatriz Gómez Escalonilla*
Publicado el 25/10/2023
El pasado mes de abril, tuve la oportunidad de visitar por primera vez en mi vida China Continental. En específico, pasé un fin de semana en la ciudad de Shenzhen, urbe limítrofe con Hong Kong ubicada en la Bahía del Río de las Perlas, en la región de Cantón.
En este breve reportaje, busco reflexionar a cerca de mis humildes impresiones como joven española de esta moderna ciudad con el objetivo de romper barreras y estereotipos sobre las urbes chinas.
Espectáculo nocturno de luces en la ciudad de Shenzhen. Fuente: autora.
A modo de contextualización, la ciudad actual de Shenzhen se funda en 1978, cuando la Tercera Sesión Plenaria del XI Comité Central del Partido Comunista de China canaliza el marco de aperturismo y modernización mediante la propulsión de Zonas Económicas Especiales (ZEE). Esta nueva etapa de la República Popular China fue promovida por el presidente Deng Xiaoping, figura histórico-política muy admirada en la ciudad. Actualmente, se trata de uno de los principales núcleos financieros y económicos del país, siendo la sexta ciudad más poblada de China continental, con 12 millones de habitantes.
Estatua de Deng Xiaoping. Fuente: autora
El Museo de Shenzhen, ubicado en pleno centro financiero de la ciudad, ofrece un breve recorrido histórico de la misma. Al mismo tiempo, invita a sus visitantes a reflexionar sobre la incursión del modelo chino de economía de mercado a través de Shenzhen, jugando el enclave hongkonés un rol fundamental en el nexo Oriente-Occidente.
Museo de Shenzhen. Fuente: autora.
En línea con esta influencia occidental, cabe destacar que la sociedad china es fiel consumidora de franquicias americanas como KFC, McDonald’s o Starbucks. La ciudad de Shenzhen, como eje de aperturismo económico, cuenta con muchos de estos establecimientos. Este hecho se contradice con el tono belicista que adoptan medios de comunicación occidentales con respecto a las relaciones comerciales sino-americanas.
Centro comercial de la ciudad, en el cual Starbucks Coffee se localiza en la fachada principal. Fuente: autora.
Asimismo, la ciudad es limpia, segura y con gran desarrollo urbanístico. En la actualidad cuenta con 8 líneas de metro; coches eléctricos de marcas nacionales como NIO o Wuling recorren las carreteras de la ciudad, en línea con la penetración y el auge de fabricación del vehículo eléctrico en China. Además, la digitalización está presente en gran parte de las infraestructuras públicas, desde el metro, hasta los edificios.
Fotografía nocturna. Fuente: autora.
Por último, había muy poca presencia de turistas extranjeros en la ciudad ya que la RPC acababa de abrir sus fronteras recientemente. Por ello, los locales se mostraban sorprendidos por nuestra presencia tras 3 años de fronteras cerradas por la crisis del COVID 19. No obstante, fueron muy hospitalarios y se mostraban alegres de nuestro interés por la ciudad. Pudimos hablar con varios artistas que exponían sus obras en el Dafen Village. Además, Shenzhen es una melting-pot de todas las regiones de China, ya que la ciudad ofrece muchas oportunidades laborales y muy buena calidad de vida.
Dafen Village, el distrito de los artistas. Fuente: autora.
En definitiva, la ciudad de Shenzhen es uno de los lugares más modernos y sorprendentes que he visitado en mi vida. Sin duda, ciudad que merece ser visitada y que te ayuda a entender el desarrollo político y económico de la China Contemporánea. Su impresionante infraestructura, rica gastronomía cantonesa y amabilidad de su gente, harán de tu viaje una experiencia inolvidable y reflexiva.
*Nota: Las ideas contenidas en las publicaciones de Cátedra China o de terceros son responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesariamente el pensamiento de esta Asociación.
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