LA CHINA È VICINA (LA CHINA ESTÁ CERCA)

Por José Antonio Cruz Martínez

Publicado el 19/04/2024

Así se titulaba una película del cineasta italiano Marco Bellocchio, realizada en 1967, que yo vi en un cine de «arte y ensayo» de Madrid a principios de los años setenta del siglo pasado. Fue para nosotros impactante. Ya tirábamos para la cosa maoísta y ver aquello nos hacía reír y pensar en lo que nos rodeaba.

Un poco de situación. Gordini Malvezzi es una familia de la nobleza. El núcleo familiar está compuesto por los hermanos Elena, Vittorio y Camillo. La condesa Elena es una mujer atractiva de mediana edad que hace el papel de matriarca y se entrega a las relaciones sexuales con hombres comunes de la ciudad, pero evita una relación formal, porque teme que solo estén detrás de ella por su dinero. El conde Vittorio es un profesor que ha realizado infructuosos esfuerzos para iniciar una carrera política. Por otro lado, Camillo es un estudiante de seminario de die- cisiete años que está en constante lucha con su origen aristocrático y su educación católica y encuentra una revuelta simbólica en la adopción de una línea política maoísta de línea dura.

Vittorio está enamorado de su secretaria contable Giovanna, pero, aunque sim- patiza con él, le repele la actitud mansa e impotente de Vittorio, rechaza sus avan- ces y mantiene una relación con Carlo, el joven y ambicioso contable que también resulta ser el tesorero de la rama local del Partido Socialista Unificado. Carlo hace un plan para casarse con la nobleza terrateniente rica a través de Elena y el par- tido ofrece a Vittorio una candidatura para las elecciones de la administración local. Cuando Vittorio finalmente abandona su apoyo moderado a la «organiza- ción» de Camillo por el bien de su candidatura socialista, Camillo comienza a apuntar subversivamente a la campaña de su hermano.

Después de este comienzo refrescante, demos un salto. La China ya no solo está cerca, sino que ya ha venido para quedarse y está presente en muchas de las de- cisiones internacionales de calado. Se ha convertido en la segunda potencia eco- nómica del mundo, a muy poca distancia de Estados Unidos.

Algunos, los que tenemos formación «maoísta», vivíamos la evolución de China como una película de serie negra. Con dirigentes arriba y abajo constante- mente (Lin Piao, Chu En Lai, «La banda de los Cuatro», Hu Yao Ban, Deng Xiao- ping, Jian Zemin, etc.). Una de las cosas que más me llamaba la atención en esa época, yo que era suscriptor de Pekin Informa, era que los dirigentes purgados eran «borrados» literalmente de las fotos, como ocurrió con los miembros de la «banda de los Cuatro» (Jiang Qing, esposa de Mao Zedong, Zang Chunqiao, Yao Wenyuan y Wang Hongwen). Nuestro desconcierto era enorme. Pero siempre pensábamos que aquello era correcto y necesario. Si fallaba todo… siempre nos quedaba Pekin.

Ahora he vuelto a renovar mi amistad con China. He visto con satisfacción como su gobierno se ha puesto del lado de causas justas como Palestina, y ecuá- nime como en Ucrania. Pero apenas tiene en cuenta que los medios de comuni- cación internacionales viven al dictado de Estados Unidos o sus aliados, y las ac- ciones o «vientos» chinos quedan muy tapados.

Vamos al caso de Palestina.

Sudáfrica ha denunciado a Israel ante la Corte Penal Internacional (CIJ) por haber cometido un «genocidio» en Gaza-Palestina tras la invasión de la Franja después del ataque a Hamás el pasado 7 de octubre. Las autoridades israelíes, por su parte, no reconocen la validez de dicho tribunal.

Sudáfrica aseguró que los «actos genocidas» de los que acusa a Israel «no son marginales, y están incorporados en la política estatal» de Tel Aviv, y señaló como prueba el «lenguaje de deshumanización sistemática» usado por altos cargos is- raelíes para calificar a los palestinos de Gaza de «animales humanos». Incluso fomentan con sus aliados que no se les llame palestinos, ahora son solo gazatíes.

Durante la audiencia, el abogado sudafricano señaló que «la intención geno- cida de Israel tiene sus raíces en la creencia de que el enemigo no es solo el ala militar de Hamás, o incluso Hamás en general, sino que está incrustado en el te- jido de la vida palestina en Gaza». Y añadió que «Israel es la potencia ocupante que controla Gaza. Controla la entrada, la salida y el movimiento interno dentro de Gaza».

En medio de este caso, que se centra en la presunta violación por parte de Israel de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, apro- bada en 1948 y en vigor en 152 países, algunas naciones han expresado pública- mente su respaldo al recurso presentado por Sudáfrica.

Ya han mostrado su respaldo a esta acción de Sudáfrica, La Liga Árabe, Colom- bia, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Cuba, Brasil, Irán, Malasia, Pakistán, Bangla- desh, Maldivas, Turquía, Jordania, Namibia, y se siguen sumando países. El pre- sidente chino Xi Jinping dijo a finales del año pasado: «La razón fundamental de la situación actual en la guerra palestino-israelí es que el derecho del pueblo pa- lestino a contar con la condición de Estado, a la supervivencia y al retorno han sido ignorados durante mucho tiempo». el Gobierno chino va más allá y reclama un alto el fuego duradero que detenga la locura desatada en la Franja de Gaza.

«La comunidad internacional debe actuar con urgencia y tomar medidas efec- tivas para evitar que esta tragedia se expanda. China defiende firmemente la jus- ticia y la equidad en este conflicto», dijo el titular de Exteriores chino, Wang Yi, al recibir a una delegación de ministros árabes y de países islámicos que en Pekín han reclamado un alto el fuego definitivo para la guerra de Gaza-Palestina, paso que ha sido respaldado de manera abierta por el Gobierno chino. El ministro de Exteriores chino ha mostrado el apoyo de Pekín «a la solución de los dos esta- dos». Según Wang, China es un «buen amigo y hermano de los países árabes e islámicos» y ha apoyado con firmeza «la causa justa del pueblo palestino».

Pekín acude a Oriente Medio no como superpotencia militar aliada de una de las partes, sino como intermediador diplomático y económico «amigo de todo el mundo». Y para ello está dispuesta a escuchar incluso a los malos de la película, a Hamás, y a utilizar a sus buenos contactos en Catar o Arabia Saudí para hacerles llegar su mensaje.

Y este conflicto, que se ha convertido primero en «regional», por la ambición desmedida de los israelíes, atacando a Siria y Líbano, amenaza con convertirse en «suprarregional» con su extensión al Mar Rojo, y demás países de la región. Los dirigentes de Israel no entienden nada más que de sangre palestina. Sus colonos de Cisjordania, por ejemplo, se dedican a hostigar y asesinar a palestinos y decla- ran abiertamente que tienen que morir todos para que ellos vivan en paz.

Los políticos españoles están la mayoría con el pie cambiando, tantas eleccio- nes les nublan «el sentío» y no son capaces de ofrecer o apoyar soluciones.

Ahora es el momento de las palabras con mayúsculas que reflejen sentimientos de construcción, solidaridad y paz.