Fujian, un ejemplo en la lucha contra la pobreza extrema
Actualizado: 16 oct 2023
Contenido ofrecido por CGTN Radio*
Publicado el 5/10/2023
Los gobernantes de todo el mundo coinciden en que uno de los grandes hitos políticos y sociales del siglo XXI es la forma en la que el gobierno chino presidido por Xi Jinping ha logrado sacar de la pobreza a más de 800 millones de chinos. Sin una política firme de reformas destinada a alcanzar una sociedad china acomodada, el resto del mundo sufriría ahora un grave problema económico. De hecho, en ninguna de las feroces críticas que Estados Unidos hace contra China cuestiona la forma en la que ha logrado salir de la pobreza.
Hay una anécdota muy descriptiva y comentada entre los líderes de los BRICS que acudieron a la Cumbre Anual de 2017 celebrada en la ciudad de Xiamen. Los participantes recibieron como regalo una caja de distintos tipos de té de Fujian, que incluía diferentes variedades: Tie'guanyin de Anxi, Dahongpao de la montaña Wuyi y té de jazmín de la ciudad de Fuzhou. No se trataba de una caja de té común. La historia de cómo cambió la vida de los cultivadores locales de té se transmitía a través de este regalo. El presidente Xi, durante su etapa de trabajo como funcionario en Fujian, había conseguido dignificar la labor de estos agricultores y eso se reflejaba en la historia y la calidad del regalo.
Rodeada de montañas por tres lados y frente al mar, Fujian brinda un clima cálido y húmedo con abundantes precipitaciones, ideal para el cultivo del té. De hecho, la parte oriental de la provincia fue una famosa región productora de té, con una historia de plantación que se remonta a más de 1.700 años. Muchas variedades internacionalmente reconocidas, como el té negro Tanyang Gongfu, se originaron en esta zona. Sin embargo, con el paso del tiempo la región perdió su liderazgo en la industria del té, por lo que los habitantes locales, cuyo sustento dependía de las montañas, cayeron en la pobreza extrema.
Para encontrar una salida a las penurias del este de Fujian, Xi Jinping visitó durante varios años todas las grandes plantaciones de té de la región para tratar de averiguar las razones por las que los cultivadores locales no podían ganarse la vida con dignidad. Descubrió que, a pesar de contar con unas condiciones naturales favorables, la industria local del té estaba demasiado dispersa y desorganizada, que cada agricultor trabajaba de una manera individual.
Después de un minucioso estudio, el entonces funcionario Xi planeó una salida para la industria local del té mediante la industrialización y la economía a gran escala. Comenzó a plantarse té de alta calidad, para luego clasificar las hojas de té y crear marcas. También sugirió crear administraciones locales con las que facilitar la implementación paso a paso. Siguiendo estas nuevas dinámicas de trabajo, la región empezó a recuperar su fortaleza en la industria del té, lo que llevó emparejada la creación de más puestos de trabajo, con lo que la vida de la gente pobre mejoró gradualmente al compás de la economía local. El esfuerzo de alivio de la pobreza evolucionó de un modelo de subvenciones a otro que estimulaba la capacidad de crear bienes.
Dentro de las políticas de alivio de la pobreza planteadas por el presidente Xi Jinping, el desarrollo industrial es el enfoque fundamental para erradicarla. Para finales de 2020, las políticas relativas al alivio de la pobreza mediante el desarrollo de industrias locales habían alcanzado al 98% de los hogares empobrecidos de todo el país. El desarrollo de industrias locales es uno de los principales planes incluidos en el alivio de la pobreza con ayuda precisa propuesto por Xi Jinping, pero no el único. Una estrategia que requiere métodos de desarrollo adaptados a las condiciones locales, orientación específica para grupos especiales de personas y una asignación adecuada de recursos a las regiones afectadas por la pobreza. Otras políticas, como el reasentamiento y la colaboración social, también han arrojado importantes resultados.
Se dice que los últimos metros son siempre los más difíciles de recorrer. Lo mismo ocurrió con el alivio de la pobreza. El gobierno chino abogó por reubicar a la población alejándola de condiciones naturales sumamente duras, azotadas con frecuencia por catástrofes naturales, porque construir infraestructuras de agua, carreteras y electricidad resultaba extremadamente costoso. Hablar de una vida próspera en estos lugares era prácticamente imposible, de ahí que, tras una estudiada planificación, el gobierno chino vio que la mejor forma de ayudar a esta gente era el reasentamiento.
El ejemplo de Fujian sirvió de modelo. Cuando Xi Jinping trabajaba en esta provincia, atrajo su atención un grupo de personas que vivían en barcos pesqueros de madera. A estos lugareños, prácticamente sin recursos, se les conocía como ‘nómadas del agua’, procedentes de familias que habían vivido en barcas de madera durante generaciones. Las barcas que estos pescadores llamaban hogar solían tener entre siete y ocho metros de eslora y menos de dos de manga. Las embarcaciones, mugrientas y húmedas, carecían de electricidad y agua, y normalmente cobijaban a varias generaciones de una misma familia.
Al ver las condiciones en las que malvivían, Xi Jinping tomó medidas de inmediato. Dirigió los esfuerzos para acelerar el plan de reubicación e instó a los gobiernos locales a implementar acciones de seguimiento para brindar apoyo a los recién llegados a tierra para conseguir una vida digna. En los tres años posteriores, unos 20.000 habitantes de las embarcaciones de Fujian se trasladaron a nuevos hogares en tierra. En la actualidad viven acomodados de una manera digna y sostenible. Con el tiempo, muchos de estos ‘nómadas del agua’ encontraron trabajo con ingresos estables en la pesca, el transporte marítimo, el comercio o el turismo, y pudieron salir de la pobreza.
A lo largo de la historia, siempre ha habido desequilibrios de desarrollo entre las zonas urbanas y rurales de China y entre las distintas regiones. Nunca ha sido tarea fácil conducir a todo el país hacia la prosperidad. Para alcanzar el objetivo de la prosperidad común, Xi Jinping ha concedido gran importancia a la colaboración en el desarrollo entre las regiones occidentales y orientales de China, a la ayuda mutua entre las regiones más y menos desarrolladas, y ha animado a los ciudadanos que se enriquecieron primero a ayudar a los demás a alcanzar sus metas.
En 1996, Fujian lanzó un programa de ayuda mutua a la menos desarrollada región autónoma de la étnia hui de Ningxia, en el noroeste de China. Xi Jinping, entonces vicesecretario del Comité Provincial de Fujian del PCCh, dirigió dicha acción. Ese mismo año, Lin Zhanxi, profesor de la Universidad de Agricultura y Silvicultura de Fujian, desarrolló con éxito la técnica Juncao, que permite cultivar hongos comestibles y medicinales en tipos específicos de hierbas o plantas herbáceas que se emplean como sustrato. Utilizar la hierba para cultivar setas comestibles ofrecía una nueva solución para erradicar la pobreza. La nueva técnica atrajo la atención de Xi Jinping, que la incorporó al trabajo de colaboración entre Fujian y Ningxia, y animó a los expertos a viajar a Ningxia para enseñar a los lugareños y desarrollar nuevos tipos de setas comestibles adecuadas a las condiciones locales.
Muy pronto, la técnica de Juncao se convirtió en la industria más rentable de Ningxia y, gracias a los programas de alivio de la pobreza, el PIB provincial se multiplicó por más de 16 en 20 años. Los ingresos de los residentes rurales y urbanos aumentaron casi siete veces. El apoyo mutuo entre Fujian y Ningxia se ha convertido en un ejemplo de lucha contra la pobreza mediante la cooperación y la exploración de la prosperidad común. En la actualidad, la técnica Juncao no solo ha llegado a otras partes de China, sino que se aplica en más de cien países, entre ellos España.
*Nota: Las ideas contenidas en las publicaciones de Cátedra China o de terceros son responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesariamente el pensamiento de esta Asociación.
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