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ELECCIONES AL PARLAMENTO EUROPEO Y CHINA

Por Gonzalo Ortiz*

Publicado el 19/06/2024





En el excelente libro de Julio Ceballos sobre China “Observar el arroz crecer” se contiene una  afirmación de Angel Vilariño que literalmente dice :“no tenemos la más remota idea de lo qué quiere China de nosotros”. Que también se podría formular como “no tenemos la menor idea de lo que queremos nosotros de China”.

 

¿Cómo ha visto China las elecciones europeas del pasado 9 de junio? Creo que los chinos ven a Europa con un elevado grado de perplejidad. Las elecciones europeas se celebran en clave nacional,  no se plantean problemas comunes, y no se atiende a los problemas reales como la crisis del sistema democrático, la inmigración en oleadas, el empleo, o la pérdida progresiva de competitividad.

 

 El presidente chino Xi JinPing, a principios de mayo realizó una visita a tres países europeos: Serbia, Francia y Hungría. Se trataba, de un lado, en subrayar “proximidad” con los gobiernos de estos tres países y enfatizar el “nuevo” papel de China como gran potencia internacional. Tanto en Hungría como en Francia los resultados electorales marcan un avance en la derecha: En Francia, Marine Le Pen consigue un 34 % de los votos y 30 escaños, mientras que en Hungría, Viktor Orban consiguió un 44% de los votos y 11 diputados.  Y Serbia no es miembro de la Unión Europea, aunque sí candidato, por lo que en este país no se celebraron estas elecciones. China practica una realpolitik con todos los países del mundo independientemente de sus afinidades políticas, por lo que los resultados electorales al Parlamento Europeo no afectan a estas relaciones. En todo caso, se abre un” nuevo curso político” 2024-2029 ,y a partir del próximo 1 de julio Hungría inicia su presidencia semestral,interesante dada la proximidad entre los dos líderes.

 

Hace  40 años, cuando China se abría al exterior, la política china era la de valorar el papel de Europa como uno de los actores de una geopolítica multipolar en la que estaban Rusia, los Estados Unidos, además de China y la Unión Europea. Todo esto ha ido evolucionando en función de los desarrollos de los últimos años. Con el país hegemónico, los Estados Unidos en fase decreciente ,y una China en fase de expansión, mientras la Federación rusa aspira a recuperar posiciones en el tablero mundial y Europa enfrenta una  cierta crisis, con un 10 % de la pobacion y solo el 15% del PIB mundial.

 

El Parlamento europeo siempre es votado con baja participación electoral y ha desarrollado en los últimos tiempos una cierto “furor” normativo, a menudo de carácter microeconómico, que tiende a intervenir demasiado en la vida económica de los países. Los cuatro cargos mas importantes: Presidente del Consejo, Presidente de la Comisión, Presidente del Parlamento, y Alto representante para Asuntos Exteriores, son elegidos por los gobiernos y el Parlamento europeo se limita a confirmarlos.

 

En un país como China, de rígida estructura unitaria, sorprende el rico caudal legislativo que emana en Europa al menos en tres niveles: el regional, el nacional y el del propio Parlamento  europeo. El voto está muy repartido e ingresan en el Parlamento diputados “outsiders” que buscan en la radicalidad o la originalidad el dejarse oír , pero con la mirada puesta en sus propios países. Producen, también, sorpresa en China la “trashumancia” del Parlamento europeo de Bruselas a Estrasburgo y viceversa, y la alta remuneración de los parlamentarios con salario personal, asesores, dietas de asistencia, viajes, gastos de oficina y gastos de gestión.

 

En la actualidad lo que preocupa más a China son los obstáculos, arancelarios o no, que afectan a su economía exterior. La Unión Europea acaba de implantar una tasa arancelaria a los automóviles eléctricos chinos cuya sobreproducción hubiera tenido fácil salida en los mercados europeos. China ha reaccionado con apelaciones al libre comercio y amenaza con restringir la entrada de productos cárnicos  europeos en su mercado ( y esto nos afecta particularmente, ya que las relaciones están marcadas, como dice Jose Luis Balbás “por el triángulo de lo sectores dominantes de la economía española, es decir, turismo, sector alimenticio y sector automovilístico”.

 

El Parlamento europeo seguirá legislando sobre la vida de los europeos (a menudo sin conocer realmente sus problemas). A la espera de la elección de los nuevos líderes de la Unión Europea, sí cabe predecir que continuaran algunas líneas  políticas, como exigir un auténtico “level playing field” para las empresas europeas en China y mayor equilibrio en las balanzas comerciales. En cuanto a la política global, China se ha acercado a Rusia con motivo de la guerra de Ucrania ,a pesar de su aparente equidistancia teórica. Este posicionamiento la ha alejado de  Europa  pero existe la convicción de que la cooperación económica entre estos dos actores globales ha de continuar e intensificarse. La reciente inversión de la firma alemana de motores Deutz en China es exponente del interés renovado de la gran industria europea  en el Imperio del Centro.

 

Y Scholz, Macron y otros líderes europeos (incluyendo a Sánchez y Zapatero) seguirán cortejando a China por lo que implica colaborar con un país muy estable, con altísimo nivel tecnológico ,y progresiva  y rápidamente creciente presencia internacional.


*Nota: Las ideas contenidas en las publicaciones de Cátedra China o de terceros son responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesariamente el pensamiento de esta Asociación.

 

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