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EL SHANGHAI MARRIAGE MARKET O MERCADO DEL MATRIMONIO EN SHANGHÁI

Por Silvia Hernández Sarmiento*

Publicado el 28/05/2024





Para cualquier turista o extranjero que se encuentre visitando la metrópoli de Shanghai, tanto la Plaza del Pueblo (人民广场) como el Parque del Pueblo(人民公园) son paradas obligadas como núcleos turísticos y emblemas de la ciudad. Ambos situados en el distrito de Huangpu, cercanos las avenidas de Nanjing y Huaihai, ofrecen un amplio espacio para pasear disfrutando de un ambiente tranquilo frecuentado tanto por locales como por extranjeros. Sin embargo, lo que no necesariamente los visitantes conocen, es lo que en el Jardín del Pueblo ocurre los fines de semana desde el mediodía hasta la hora de la cena, pudiéndose llevar una gran sorpresa si deciden pasar por allí en el momento indicado.


Si nos acercamos a la entrada del parque en esos instantes, podremos ver una gran masa de personas animadas charlando entre ellas, algunas de pie, otras sentadas, otras moviéndose de un lado para otro, pero si nos acercamos aún más y nos adentramos en el parque, descubriremos que comparten algo: todas ellas llevan consigo carteles muy peculiares. Entre la gran variedad de formas, tamaños y colores, hay un elemento en común: todos describen personas. Cada fin de semana, cientos de padres, madres y parientes de cierta edad de la ciudad de Shanghai y alrededores acuden regularmente al llamado Mercado del Matrimonio (人民公园相亲角).


El objetivo de este “Mercado” es que los potenciales maridos y esposas encuentren un match adecuado, por lo que los familiares anuncian a sus hijos, aportando en los carteles que llevan consigo o que colocan a la vista de todo el mundo datos sobre la edad, sexo, estudios, profesión, propiedades y lugar de pertenencia del hukou (similar al libro de familia o al permiso de empadronamiento). También hay quienes señalan el horóscopo, algunos rasgos de personalidad y del carácter del candidato o el peso y altura para quien requiera más información con el fin de conocer si se trata de una pareja adecuada. Las edades de los candidatos oscilan entre los 20 y los 50 años, pero junto con la información no se añaden fotos, esto queda reservado para candidatos en firme. También pueden encontrarse personas que no representan a nadie, sino que buscan allí su propia pareja, aunque esto es más común entre la población ya jubilada.


El mercado se divide en dos zonas principales: una zona “libre”, donde los padres promocionan a sus hijos, y una zona de “casamenteros”, donde encargados voluntarios o profesionales manejan y comparten listas de posibles candidatos con los padres y madres interesados. Dentro de la zona libre podemos encontrar diferentes categorías o subsectores, algunos de ellos divididos por el año de nacimiento de los postulantes (1970, 1980, 1990…); por su lugar de origen o región, por su religión, según si están o no divorciados, etc. En la zona de “casamenteros”, podemos encontrar algunos que incluso cobran una tarifa de consulta de entre 100 y 200 RMB (entre 12 y 23 euros) por los servicios de asesoramiento, sin embargo, varios medios locales han apuntado la necesidad de tomar precauciones, ya que se han dado numerosos casos de personas que se aprovechan de la necesidad o urgencia de los padres y desaparecen tras cobrar la tarifa sin aportarles ninguna solución.

 

Un poco de historia

El Mercado de Matrimonio lleva teniendo lugar en el Parque desde el año 2004 no obstante, no fue la primera ciudad en acoger un evento de este tipo: debemos remontarnos al mismo año cuando, en el parque Longtan de la ciudad de Pekín, los jubilados que frecuentaban el parque para ejercitarse, tras charlar entre ellos, se dieron cuenta de que muchos compartían una preocupación común: tenían hijos solteros, con edades que iban desde los 20 años en adelante, a los que les gustaría ver casados cuanto antes. Fue así como, de manera espontánea y voluntaria, comenzaron a reunirse y a organizarse para intercambiar información sobre sus hijos e hijas y buscar posibles parejas para ellos. Desde aquel entonces, la práctica se ha extendido a ciudades como Hangzhou, Tianjin, Wuhan, Shenzhen o, por supuesto, Shanghai, todas ellas grandes urbes de la China moderna.


La mediación externa para concertar un encuentro o un matrimonio no es algo exclusivo de la cultura china ni de la actualidad, no hay más que pensar en la obra española La Celestina de Fernando de Rojas, o en la menos familiar para la cultura occidental, figura de las meipo, casamenteras cuya existencia se remonta a la dinastía Zhou (Siglos  XI – III a. C.), y que durante las últimas dinastías (Yuan, Ming y Qing) llegaron a ocupar cargos oficiales dentro del gobierno, ampliando sus funciones no solo a concertar matrimonios: pasaron a ocuparse de parte del censo ya que manejaban información demográfica de gran valor. Esta profesión comenzó su declive cuando el país entró en los procesos de modernización, sin embargo, como vemos, su función no ha quedado olvidada: padres, madres y casamenteros profesionales recogen el testigo de una manera más informal.


Como todos sabemos, China ha cambiado mucho en los últimos años: desde las políticas de reforma y apertura de Deng Xiaoping en 1979, la economía china, en especial la de grandes ciudades como Pekín o Shanghai, ha crecido exponencialmente, algo que no hubiera sido posible sin el duro trabajo de millones de personas. Estas generaciones que han crecido en años de bonanza económica en grandes urbes se han visto inmersas en un estilo de vida orientado principalmente al trabajo, teniendo poco tiempo para dedicarlo a su vida personal, lo que incluye conocer a posibles parejas. Los padres de estas nuevas generaciones, con la idea todavía muy presente de la importancia del matrimonio y de la familia como institución primordial dentro de la cultura china, desean que sus hijos e hijas encuentren a la persona indicada con la que poder formar una familia y, al no tener tiempo en sus vidas diarias, ellos se encargan de buscar este candidato o candidata ideal, ahorrándole tiempo a sus familiares. Por otro lado, no es ningún secreto que China afronta ahora un gran problema demográfico debido al envejecimiento de la población y a las consecuencias derivadas de la ya derogada política de hijo único, por lo que la presión es aún mayor. El matrimonio, como hemos mencionado, es algo muy relevante en la cultura china: no implica solo la vida en común de dos personas que eligen pasar su existencia juntos, sino que es la unión de dos familias, por lo que algunos padres deciden tomar un papel activo en la búsqueda de este representante de la nueva familia a la que se unirá su hijo o hija, pudiendo llegar a hacerlo incluso sin el permiso o el conocimiento de sus propios hijos.

 

¿Cómo funciona?

Cuando los padres, tras valorar cuidadosamente las opciones disponibles, encuentran un candidato o candidata que les parece aceptable, entablan contacto con sus padres y, si procede, intercambian la información de contacto, principalmente a través de WeChat, la plataforma de mensajería instantánea (entre otras funciones) más popular en China, antes de concertar un encuentro en persona.

Hay quienes sostienen que el criterio más importante para los padres es la compatibilidad, es decir, encontrar un candidato con una edad parecida, un nivel similar de estudios e ingresos, ya que se confía en que cuanto más afín sea la pareja en este aspecto, mayor probabilidad de éxito tendrá el matrimonio.

 

Diferencias entre hombres y mujeres

Estos mercados matrimoniales tienden a compartir características similares. En primer lugar, la proporción de sexos suele favorecer a los hombres, a pesar de que demográficamente haya un excedente de varones en China. La mayoría de los participantes en los mercados padres y madres de mujeres jóvenes, con estudios universitarios, con trabajos profesionales y criadas en Shanghai: estas hijas urbanas representan a la nueva clase media china. Los padres adoptan una serie de estrategias para “comercializar” a sus hijas o hacerlas más deseables, como tener buenas dotes de negociación, diseñar carteles con esmero y vestir bien para transmitir un alto nivel de educación.

Aunque no existen requisitos formales para anunciarse en el mercado, ciertos rasgos se consideran más deseables. En el caso de las mujeres, se busca una edad joven, un aspecto físico atractivo, una buena educación y un “temperamento dócil”; para los hombres, es importante tener un nivel educativo superior, una buena carrera profesional y unos ingresos elevados. También se espera que los hombres posean un apartamento y un coche. Disponer del hukou en Shanghai es inmensamente importante para todos los participantes, haber ido a una universidad de renombre, tener un coche y una casa, así como un buen salario, también aparecen entre las características más codiciadas. En una investigación de campo sobre los mercadillos de búsqueda de pareja celebrados en cuatro parques de Pekín, se descubrió que los padres de mujeres jóvenes superaban significativamente en número a los padres de hombres jóvenes.



Para las mujeres, sin embargo, no es tan fácil tener éxito en este tipo de mercados. En China existe un concepto, el 剩女, «mujer sobrante», utilizado para designar a mujeres mayores de 25 años que aún no tienen pareja o no están casadas. Estas mujeres suelen ser exitosas y/o estar centradas en su carrera profesional, por lo que, como hemos mencionado, no tienen tiempo o interés en encontrar un compañero de vida. Sin embargo, se aplica una doble vara de medir, ya que a los hombres no se les considera «hombre sobrante» hasta que rondan los 40 años.  Este sesgo de género ha creado una circunstancia social muy beneficiosa para los hombres, que pueden construir sus carreras y casarse a una edad más avanzada sin recriminación social. Las mujeres, en cambio, deben elegir entre casarse a una edad temprana o hacer carrera sabiendo que la sociedad las juzgará de alguna manera por no casarse o formar una familia.

 

¿Solo para casarse?

Algunos estudios etnográficos interesados en entender las motivaciones que llevan a los padres a este tipo de mercados han destacado que, pese a su creciente popularidad, en especial el de Shanghai, tiene una tasa relativamente baja de éxito, llegando incluso a admitir los padres que es poco probable encontrar una pareja adecuada en ellos. Por ello, y tras indagar en, si son conscientes de ello, por qué siguen acudiendo, se sugiere que este tipo de actividades puede servir como una especie de alivio o respuesta colectiva a la ansiedad que sienten los padres chinos, especialmente los nacidos entre 1950 y 1960. Esta generación de mayores son padres de la generación de hijos únicos que crecieron como jóvenes emigrados a otras ciudades. Para mantener su empadronamiento, muchos de ellos permanecieron solteros hasta entrados sus treinta años, cuando regresaron a sus ciudades de origen, teniendo que intervenir el Estado en la escena de las citas para resolver este problema de la «juventud sobreenvejecida». Otra fuente de ansiedad para los padres es una sensación generalizada de volatilidad e inseguridad desde las reformas económicas de la era del mercado en China: los padres se preocupan por la estabilidad financiera de sus hijos en un centro urbano caro y de ritmo rápido como Shanghái, especialmente sin un sistema de bienestar social sólido que proporcione vivienda y seguridad, por eso les preocupa que sus hijos únicos crezcan con vidas difíciles y matrimonios infelices. El mercado matrimonial permite a los padres compartir sus preocupaciones privadas en un espacio público, algo que la cultura tradicional china considera inapropiado en otros entornos. Por eso, la función principal del mercado es crear encuentros sociales para que los mayores compartan sus preocupaciones colectivas en el cambiante entorno de la Shanghai urbana. El Mercado del Matrimonio de Shanghai es también una respuesta a la rápida individualización de China desde la era de la reforma del mercado. La apertura de los mercados y la retirada del Estado de muchos servicios sociales crearon la necesidad de una mayor socialización, sobre todo para los mayores de esa generación.

 

A pesar de las diferencias en la manera de manifestarlo, tanto China como España (y otras tantas culturas) han considerado tradicionalmente el matrimonio como un evento relevante en la vida de las personas y, aunque ahora mismo en las culturas occidentales la presión social por casarse no sea tan elevada o no contamos con una larga tradición de figuras oficiales dedicadas a mediar en los matrimonios, el deseo de buscar a un compañero o compañera de vida está presente, como demuestra el boom de aplicaciones o webs de citas para gente de todas las edades que desean, al igual que los padres y madres chinos para sus hijos e hijas, encontrar a alguien compatible y adecuado con quien pasar sus vidas.

 

 

Bibliografía consultada

 

Gui, Tianhan. (2017). “Devalued” daughters versus “appreciated” sons: Gender inequality in China’s parent-organized matchmaking markets. Journal of Family Issues, 38(13), 1923-1948. https://doi.org/10.1177/0192513x16680012

Lauder Institute, University of Pennsylvania. (2015). Modern day arranged marriages: The Chinese Program visits a marriage market in Shanghai. http://www.lauder.wharton.upenn.edu/life-at-lauder/modern-day-arranged-marriages-the-chinese-program-visits-a-marriage-market-in-shanghai/

Jabiertzo. (2015). Meipo: la importancia de las casamenteras en la China tradicional - Historias de China. https://www.historiasdechina.com/2014/04/25/meipo-casamenteras-china-tradicional/

 

Ortiz, P. R. (2019). En China hay un mercado donde tus papás te buscan pareja. Univision. https://www.univision.com/explora/en-china-hay-un-mercado-donde-tus-papas-te-buscan-pareja

 

Ryssdal, K. (2011). Day Eight: A visit to Shanghai’s marriage market. Marketplace. https://www.marketplace.org/topics/world/china-5-year-plan/day-eight-visit-shanghais-marriage-market

 

Sun, Peidong. (2012). “Who will marry my daughter?”: Shanghai Parental Match-Making Corner and the Zhiqing Generation. https://www.academia.edu/8086561/Who_will_Marry_My_Daughter_Shanghai_Parental_Matchmaking_Corner_and_the_Sent_Down_Youth

 

Sun, Peidong. (2021). Parental matchmaking in China. European Institute for Chinese Studies. http://www.eurics.eu/upload/document/20210329040317_eurics-march2021.pdf

 

Yang, Yijun. (2011). A marriage made in the city park. ChinaDaily USA. http://usa.chinadaily.com.cn/life/2011-05/30/content_12602013.htm

 

Zhang, J. & Sun, P. (2014). 5 “When Are You Going to Get Married?” Parental Matchmaking and Middle-Class Women in Contemporary Urban China. In D. Davis & S. Friedman (Ed.), Wives, Husbands, and Lovers: Marriage and Sexuality in Hong Kong, Taiwan, and Urban China (pp. 118-144). Redwood City: Stanford University Press. https://doi.org/10.1515/9780804791854-008

落木 (2023). 我在上海人民广场逛相亲角. 微信公众平台. https://mp.weixin.qq.com/s/9OSrBcZMwsy67VnHjzd3jQ



*Nota: Las ideas contenidas en las publicaciones de Cátedra China o de terceros son responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesariamente el pensamiento de esta Asociación.

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