El G20 de Bharat
Actualizado: 16 ene
Por Gonzalo Ortiz*
Ministro y Consejero Cultural de la Embajada de España en Delhi (2006-2009)
Publicado el 10/10/2023
El G20 celebrado en Delhi los pasados días 9 y 10 de septiembre nos ha traído la novedad de que Narendra Modi, el primer ministro de la India, ha impuesto el nombre de Bharat (que ya se recoge en la Constitución) para marcar una impronta nacionalista e hinduista que es la característica de su partido, el BJP.
La conferencia ha tenido dos protagonistas principales, los dos antiguos “parias” (proscritos) de la comunidad internacional. Narendra Modi, que en su período como chief minister de Gujarat, miró para otro lado en unos graves disturbios raciales, y el príncipe heredero de Arabia Saudi, Mohamed Bin Salman, a quien se hizo responsable del asesinato del periodista Kashogi en el consulado de su país en Estambul. Uno y otro brillaron en una conferencia que se cerró con una visita oficial del príncipe saudí a la India y la firma de varios acuerdos bilaterales: el que se refiere a un Partnership estratégico y el referente al Corredor entre la India, Medio Oriente y Europa que tiene elementos de conexión ferroviarios y marítimos.
A pesar de la no asistencia de los presidentes ruso y chino, la G20 va ganando importancia como foro económico y financiero, capaz de canalizar el enfrentamiento Este-Oeste y acortar la distancia entre Norte y Sur. De hecho, cada vez hay más países que quieren ser miembros de pleno derecho (España, es sólo invitado permanente). Esta reunión informal de jefes de estado reúne no a las 20 economías más importantes del mundo, como a veces se dice, pero sí a los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad, (que mantienen su influencia gracias al poder del veto), y a los BRICS (surgidos inicialmente como una propuesta alternativa al G7). Esto ocurre mientras se desinfla el G7 (que en algún momento, fue G8 con Rusia) que ha pasado a ser un grupo de países ricos con influencia decreciente en los asuntos mundiales.
La conferencia aprobó una Declaración consensuada muy extensa, que debido al elevado número de participantes resulta bastante aguada .Este es el caso de la de este año en la que no se condena la invasión rusa de Ucrania, ni introduce grandes novedades en la cuestión del cambio climático.
La presencia de Occidente en la cumbre (que ha sido numerosa) ha dado la impresión de ser cada vez menos determinante. Frente a la Unión Europea (que ya estaba ) se ha admitido como miembro a la Unión Africana (con intereses muy diferentes). El primer ministro británico Sunak , que es indio de raza y hindu de religión, se encontraba en casa con el primer ministro Modi ,y parecían estar en perfecta sintonía. El presidente francés Macron acudió a Delhi agobiado por los problemas internos y a su vuelta recibió una estruendosa pitada en Saint Denis en el inicio del campeonato mundial de rugby. Sánchez no pudo acudir debido quizás a una sobrevenida enfermedad diplomática, debida a estar su gobierno en funciones. El canciller alemán Scholz acudió con un gran parche en un ojo. Y el Presidente norteamericano Biden, dió una vez más, la impresión de endeblez física y falta de liderazgo.
Un hecho anterior a la cumbre contribuyó al esplendor de la India:el alunizaje el 23 de agosto de la nave espacial Vikram, en la parte oculta de la Luna. La India es el cuarto país que ha sido capaz de llegar a nuestro satélite( ya lo hicieron los Estados Unidos, Rusia, China,) por delante de la Unión Europea.
La India con 1400 millones de habitantes (17% de la población mundial) produce un 7% de gases de efecto invernadero. Su economía no deja de crecer en los últimos tiempos. Según Justin Worland “como país, se ha convertido en el jugador más importante en el futuro del planeta". Según Ana de Palacio,la India tiene la confianza del Sur Global y de los países industrializados. Por eso, es cortejada por Estados Unidos en su nueva política de alianzas del llamado ”Indo-Pacífico”.
Quien conoce la India o Bharat a fondo es consciente de sus múltiples talones de Aquiles, debido a su enorme diversidad.Pero su cultura ha sabido superar todos los embates exteriores y como dice el yogi Sadgurn Vasudev “todo en la India es multi: un cósmico caos”. Para el actual ministro de asuntos exteriores ,Jaisankar, la India es un país “pluralista, democrático, y en desarrollo”, ya lejos de su anterior definición como país no alineado. Al contrario que Pakistán, la India integra hindúes, islámicos, sijks y cristianos , tal era el deseo de Gandhi, y por este motivo fue asesinado en enero de 1948. Por cierto, que un perdedor relativo de esta cumbre ha sido Pakistán, que no asistió y fue “olvidado” en el viaje de Bin Salman al subcontinente indio.
Modi ha salido reforzado de este envite. La oposición dirigida por el partido del Congreso no acaba de sustanciar una alternativa atractiva de cara a las elecciones de 2024. Modi es un político de” pasta” y populista capaz de abrazar ardorosamente (es el signo de los tiempos, como los abrazos que prodiga Yolanda Díaz) a políticos muy distantes de su ideología. También tuvo ocasión de saludar a Nadia Calviño cuya cabellera rubia contrastaba con la de la presidenta india Drahupadi Murmu (procedente de un estado pobre como Jharkland, gran productor de carbón).
La próxima reunión del G20 tendrá lugar en Brasil, y habrá que ver si una vez más se producen ausencias notables (Xi viajó a Sudáfrica para la reunión de los Brics). Sería bueno que aunque no es estrictamente un foro político, el G20 pudiera mediar entre Ucrania y Rusia. Y el G20 seguirá quitando protagonismo a otros foros para reflejar nuevas y diferentes relaciones de fuerza de los principales actores estatales y no estatales (Unión Europea, Unión Africana ) en el ámbito internacional.
*Nota: Las ideas contenidas en las publicaciones de Cátedra China o de terceros son responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesariamente el pensamiento de esta Asociación.
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