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CUMBRE DE LA OTAN 2024 EN WASHINGTON

Por H.D.J.

Publicado el 22/07/2024





Del 9 al 11 de julio de 2024 en Washington D. C., se celebró la cumbre de la OTAN en la que se aprovechó la ocasión para celebrar el 75º aniversario de la Alianza.

 

Como dice el propio Departamento de Estado de Estados Unidos: «La Cumbre de Washington reunirá a los 32 Aliados con el fin de demostrar la fortaleza y unidad firme de la Alianza Transatlántica. En la actualidad, la OTAN está tan unida como siempre y nunca antes fue tan grande, tan fuerte ni tuvo tantos recursos (…) Los líderes socios de la OTAN, como Ucrania, Australia, Japón, Nueva Zelanda, la República de Corea y la Unión Europea, se unen a los Aliados durante la cumbre para promover esfuerzos colectivos destinados a fortalecer la paz y la seguridad internacionales[1]».

 

Se acordó:

●      Apoyo a Ucrania

o   La iniciativa de Asistencia y Capacitación en Seguridad de la OTAN para Ucrania (NATO Security Assistance and Training for Ukraine, NSATU) coordinará el trabajo relacionado con equipos, capacitación y desarrollo de fuerzas para apoyar a Ucrania en su camino hacia la interoperabilidad plena con la OTAN.

o   Representante principal de la OTAN en Kiev.

o   Apoyo económico: Los Aliados anunciarán su intención de proporcionar una financiación inicial mínima de 40.000 millones de euros durante el próximo año, y brindar niveles sostenibles de asistencia en materia de seguridad para que Ucrania triunfe.

●      Aumento del gasto en defensa y fortalecimiento de la base industrial de defensa.

●      Medidas modernizadas de disuasión y defensa.

●      Fortalecer las alianzas mundiales.

●      Resiliencia reforzada.

●      Ciberdefensa.

●      Impulsar la agenda Mujer, Paz y seguridad en las tareas básicas de la OTAN.

●      Combatir el terrorismo y abordar los desafíos más allá del flanco sur de la OTAN[2].

 

La pregunta que muchas personas se hacen es la siguiente: ¿hasta qué punto son compatibles los actuales acuerdos de Washington de 2024 con una alianza defensiva que nació contra la ‘posible’ amenaza de la URSS tras la Segunda Guerra Mundial? Repasemos sucintamente su historia.

 

Creación de la OTAN:

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tiene sus orígenes en el Tratado de Washington firmado el 4 de abril de 1949, tan sólo cuatro años después del fin de la Segunda Guerra Mundial y en plena Guerra Fría. Dicha organización se creó amparándose en el artículo 51 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que dice:

 

«Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales».

 

Es decir, la OTAN se crea como un instrumento ante una hipotética agresión militar por parte de la URSS, amparándose en el derecho a la autodefensa. Pero su contraparte, la URSS, la ve como una hipotética amenaza militar por lo que, amparándose en el mismo artículo 51 de la ONU, crea junto con otras siete repúblicas socialistas del Bloque de Europa Central y Oriental, el 14 de mayo de 1955; es decir, el Pacto de Varsovia (también conocido como Tratado de Amistad, Colaboración y Asistencia Mutua).

 

En la actualidad:

Desde entonces hasta la actualidad, un sinfín de guerras subsidiarias han asolado los cinco continentes. La última vez que ocurrió una guerra subsidiaria en Europa[3] fue en Yugoslavia y ahora se repite la misma estrategia en Ucrania. Más allá del debate sobre qué bloque político-militar empezó las hostilidades, ambas organizaciones se dedicaron a las guerras preventivas a través de países subsidiarios para no desencadenar la tercera y última guerra mundial, pero para sí debilitar y acorralar al oponente buscando su colapso total. Pero todo ello cambió con la implosión del Bloque del Este en 1991. Por ello, durante el contexto de reunificación alemana, el 9 de febrero de 1990, se había acordado por parte del entonces secretario de Estado de Estados Unidos, James Baker, y el presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov que la OTAN no se ampliaría a más países del Bloque del Este. Esta versión de los hechos fue la que siempre mantuvo Gorbachov y fue la que quedo confirmada por la desclasificación de documentos secretos estadounidenses y soviéticos[4][5].​ Se acordó además que las tropas extranjeras y las armas nucleares no serían estacionadas en la antigua Alemania del Este, y se planteó la cuestión de la no expansión de la OTAN hacia el este[6].​

 

Ante el flagrante y bochornoso incumplimiento de los acuerdos Baker-Gorbachov por parte de Estados Unidos y la OTAN (algo que atentó contra los principios más básicos de las Relaciones Internacionales), George F. Kennan, una de figuras más importantes de la diplomacia de Estados Unidos en el contexto de la Guerra Fría y miembro de un grupo de intelectuales que preconizaban la 'política de contención' del comunismo en 1997, escribió:

 

«¿Por qué, con todas las esperanzadoras posibilidades engendradas por el fin de la Guerra Fría, las relaciones Este-Oeste deberían centrarse en la cuestión de quién se aliaría con quién y, por implicación, ¿contra quién en un futuro fantasioso, totalmente imprevisible e improbable conflicto militar? (...) Dicho sin rodeos... expandir la OTAN sería el error más fatídico de la política estadounidense en toda la era posterior a la Guerra Fría. Se puede esperar que tal decisión inflame las tendencias nacionalistas, antioccidentales y militaristas en la opinión rusa; tener un efecto adverso en el desarrollo de la democracia rusa; restaurar la atmósfera de la guerra fría en las relaciones Este-Oeste e impulsar la política exterior rusa en direcciones que decididamente no son de nuestro agrado…[7] (…) Creo que es el comienzo de una nueva guerra fría. (...) Creo que los rusos reaccionarán gradualmente de manera bastante adversa y afectará sus políticas. Creo que es un error trágico. No había ninguna razón para esto en absoluto. Nadie estaba amenazando a nadie más. Esta expansión haría que los padres fundadores de este país se revolvieran en sus tumbas[8]».

 

Tanto George F. Kennan como Kissinger tenían meridianamente claro que la OTAN no sólo estaba lejos de su objeto constitucional, sino que se estaba volviendo un factor de desestabilización global lo que entraña graves peligros.

 

Si la OTAN se creó ante la hipotética amenaza de la URSS y se mantuvo ante la amenaza real del Pacto de Varsovia, cuando dicho Pacto llegó a su fin en julio de 1991 y la disolución de la URSS fue el 26 de diciembre del mismo año, ¿qué sentido tenía entonces la existencia de la OTAN después de esa fecha? ¿Por qué no se disolvió al haber perdido el objeto de su fundación –la hipotética amenaza de la URSS‒?

 

En la formación de la OTAN participaron 12 países. En la actualidad cuenta con 32 miembros. Y como no parece suficiente, en la Cumbre de Washington de este año invitaron como «socios» a Ucrania, Australia, Japón, Nueva Zelanda, la República de Corea y a la Unión Europea. Dado que la mayor parte de los anteriormente citados países no pertenecen a Europa y, por tanto, según los propios Estatutos de la Alianza no pueden ser miembros de ésta, se les ha otorgado el tratamiento de «socios» para introducirlos en la Alianza por la puerta de atrás y de esta manera ampliar su rango geográfico (de manera, más o menos, disimulada) al Indopacífico; así la OTAN se convierte en un instrumento político-militar planetario.

 

Ciertamente, «En la actualidad, la OTAN está tan unida como siempre, y nunca antes fue tan grande, tan fuerte ni tuvo tantos recursos[9]». Parece evidente que la alianza que se creó para defenderse de la hipotética amenaza de la URSS, se ha convertido en una amenaza real para todos aquellos países que rehúsan ser satélites de Estados Unidos. Lo que concuerda con las más de 800 bases militares que dicho país tiene desplegadas por todo el globo y especialmente concentradas, a modo de cerco, en las inmediaciones de Rusia y China.

 

Washington comparte el pensamiento de George Bush padre «Nosotros prevalecimos», es decir, ganamos la Guerra Fría y ya somos de facto los dueños del planeta. De la mayor parte del planeta así es, pero Rusia, China, Irán y Corea del Norte (entre otros actores de menor relevancia geopolítica, al menos de momento), no quieren pertenecer al club de los satélites de EEUU, de ahí la necesidad de expansión infinita de la OTAN para someter a cualquier país que pretenda ser soberano de sí mismo. 

 

En el futuro inmediato:

No parece casualidad que la actual política agresiva e imperialista que realiza EEUU a través de la OTAN esté meridianamente alineada con la doctrina de Paul Wolfowitz[10] (responsable último de la Guía de Planificación de la Defensa de Estados Unidos en los años 90), del Proyecto del Nuevo Siglo Estadounidense y de los informes de la RAND Corporation, entre otros. Que, como fin último, pretendían la eliminación de los rivales sistémicos de EEUU (principalmente Rusia y China, por ese orden), para crear una verdadera pax americana en todo el planeta.

 

No hace falta ser un experto en geopolítica para entrever que las guerras subsidiarias se incrementarán en las fronteras de los países díscolos, a pesar de que algunos de ellos tienen armas nucleares, que siguiendo su conocida doctrina militar serán usadas en caso de peligro existencial para su país. ¿A caso las pretensiones indisimuladas de la OTAN no ponen en peligro existencial a dichos países? ¿Por qué Europa al completo (con las excepciones de Hungría y de Eslovaquia), se está comportando como un ariete contra los presuntos enemigos de EEUU? En la actual Segunda Guerra Fría (en la actualidad, más Guerra Tibia que Fría), Europa está en primera línea defendiendo intereses ajenos sacrificando de momento su industria y economía, pero pronto también serán sus soldados y su población los sacrificados. ¿Cuándo vamos a despertar del sueño americano?

 

 

 


 

 

[3] Como ‘Europa’ es un concepto cada vez más político que geográfico, dependiendo del momentum político Ucrania es Europa o no.

[4] «Memorándum de conversación entre Baker, Shevardnadze y Gorbachov». NSA. 9 de febrero de 1990. Consultado el 28 de febrero de 2022.

[5] «(Nuevo hallazgo de archivos de 1991 respalda la acusación rusa)». Der Spiegel. 18 de febrero de 2022. Consultado el 28 de febrero de 2022.

[6] Sarotte, Mary Elise (septiembre–octubre de 2014). «A Broken Promise?». Foreign Affairs.

[7] Kennan, George F. (Feb. 5, 1997). «A Fateful Error». The New York Times. Consultado el 26 de marzo de 2022.

[8] Kennan, George F. (May. 2, 1998). «Interview with George F. Kennan sobre la expansión de la OTAN». New York Times. Consultado el 26 de marzo de 2022.

 

[10] La «Doctrina Wolfowitz» tenía como primer y principal objetivo evitar la reaparición de un nuevo rival, ya fuese en el territorio de la antigua Unión Soviética o en cualquier otro lugar. Su informe se filtró al New York Times, que la publicó el 7 de marzo de 1992, desbaratando los planes del Pentágono y exponiendo la doctrina a una fuerte crítica por la opinión pública que la tachó de «imperialista» y «belicista», porque trazaba una política exterior «unipolar» y de acción militar preventiva para neutralizar toda posible amenaza de otras naciones (Rusia y China).


*Nota: Las ideas contenidas en las publicaciones de Cátedra China o de terceros son responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesariamente el pensamiento de esta Asociación.

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