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COOPERACIÓN ACADÉMICA CON CHINA AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA

Actualizado: 19 abr

Por Gustavo Alonso Rodrigo

Publicado el 12/04/2024


Es bien conocida la fortaleza del sector aeroespacial en China, estratégico allí, como en cualquier otro país del mundo.

Dejando a un lado sus productos militares, la industria aeronáutica china ha estado centrada tradicionalmente en la aviación regional, desarrollando tanto turbohélices como pequeños reactores, fundamentalmente para su mercado doméstico. ÉEste es un segmento de mercado pequeño, que no ha preocupado hasta ahora a los grandes fabricantes occidentales. Pero en los últimos años, China ha dado ya el salto al gran mercado de los aviones comerciales de corto y medio alcance, y el su fabricante COMAC se prepara para competir con Airbus y Boeing con su nuevo C919, en servicio desde 2023 con la aerolínea China Eastern, una de sus varias potentísimas compañías aéreas. No será fácil ni será a corto plazo, pero el camino se ha empezado a andar.

Probablemente sea más llamativa su la extraordinaria capacidad de China en el sector espacial, donde tienen destacada presencia en todos los segmentos y disponen de satélites para todo tipo de misiones y aplicaciones, además de su propia estación espacial , y, lo que es más importante y facilita el resto: su propia capacidad de acceder al espacio de manera autónoma con su flota de vehículos lanzadores. Aquí sí compiten ya desde hace tiempo con los lanzadores occidentales (públicos y privados) e indios. Y son capaces de hacer algo que en Europa no podemos hacer: llevar hombres al espacio.

El desarrollo de este sector altamente tecnológico no es ajeno al impresionante desarrollo de las universidades chinas en este campo, al que vienen dedicando ingentes cantidades de recursos desde hace años, para capacitarse, dotarse de medios, y, como parte de esa capacitación, para fomentar la cooperación internacional.

Un ejemplo relevante de esta cooperación es la iniciativa BRAIA, Belt and Road Aerospace Innovation Alliance, promovida por una de las universidades chinas líderes en el sector, la Northwestern Polytechnical University (NPU) y la Sociedad China de Astronáutica (CSA). BRAIA es una organización internacional formada por universidades, institutos de investigación y empresas en el campo aeroespacial, cuya misión es mejorar la cooperación internacional en tecnología y aplicaciones aeroespaciales, promoviendo la cooperación académica, la investigación científica, y el desarrollo y aplicaciones de tecnología. BRAIA tiene actualmente 69 miembros de 22 países de todo el mundo.

La Universidad Politécnica de Madrid (UPM) es miembro de BRAIA desde su fundación en 2017, y viene participando activamente en diversas iniciativas desde entonces: congresos, simposios, proyectos semilla de investigación, etc., además de estar representada en su órgano rector, el Standing Council (Fig. 1).


Figura 1. Reunión del “Standing Council” de BRAIA (fuente: el autor)

No es ni mucho menos el único mecanismo de cooperación entre la UPM y las universidades chinas en el campo aeroespacial. Gran parte de esta colaboración, al igual que la participación en BRAIA, se ha materializado realizado a través del Instituto Ignacio Da Riva (IDR-/UPM) con profesores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE-/UPM). Se han venido realizando de manera regular intercambios de estudiantes con reputadas universidades tales como la Universidad de Beihang en Pekín o la ya citada NPU en Xi’an , o (situadas en la primera y segunda posición,  respectivamente, en el ranking global de Shangháai relativo a ingeniería aeroespacial), además de la participación de estudiantes y profesores en diversos cursos de verano, y la impartición de cursos y seminarios en dichas universidades. Esta colaboración ha permitido a estudiantes de la ETSIAE-/UPM cursar parte de sus estudios en universidades chinas, realizar allí sus trabajos fin de estudios e, incluso, completar estudios de postgrado. Han Esos estudiantes de UPM no solo han completado su formación académica,  sino también obtenido una visión diferente y complementaria del sector aeroespacial, y una experiencia vital impagable para profesionales en un sector global. De igual modo, numerosos estudiantes chinos han realizado estancias y trabajos fin de estudios en la UPM. Particularmente Especialmente relevante son las estancias de estudiantes de doctorado, que han estrechado la relación entre investigadores de los dos países y han dado lugar a publicaciones conjuntas.

Esta buena relación con algunas de las universidades más destacadas, también en materia de investigación, permitió la participación con éxito en la última convocatoria de proyectos del programa H2020 de la Unión Europea, en la temáticael área “Aviation operations impact on climate change”, como parte de los llamados “InCo flagship”, . Se trataba de proyectos de investigación financiados de manera conjunta por la Unión Europea y el Ministerio de Industria y Tecnologías de la Información de China (MIIT). Cada proyecto se llevaba a cabo por dos consorcios, uno de entidades europeas y otro de entidades chinas, financiados por sus respectivas administraciones, que trabajaban de manera conjunta sobre un proyecto común. La buena relación personal e institucional, esenciales ambas en la cooperación con China, permitió a los investigadores de IDR-/UPM formar parte destacada en la creación de consorcios para dos propuestas en esta convocatoria, que acabaron resultando adjudicadas. Estos proyectos sSon una muestra del gran interés que existe en China en investigar y desarrollar iniciativas para mitigar el impacto ambiental de la aviación, probablemente no tan conocido como el desplegado por la Unión Europea, sin duda más activa en foros internacionales. Una de estas medidas en las que China está invirtiendo a gran escala consiste en los combustibles sostenibles de aviación (SAF por sus siglas en inglés). Los SAF contribuyen a reducir no solo las emisiones de CO2 sino las más problemáticas estelas de condensación (contrails), que si bien no son gases de efecto invernadero, contribuyen de manera destacada al calentamiento global (Fig. 2).


Figura 2. Estelas de condensación en el entorno del aeropuerto parisino de Orly (fuente: el autor)

Precisamente uno de estos proyectos EU-China, ALTERNATE (Assessment of alternative aviation fuels development), que estaba coordinado por investigadores de IDR-/UPM, tenía como objetivo desarrollar iniciativas técnicas y económicas para aumentar las posibilidades de uso de combustibles sostenibles de aviación en el transporte aéreo comercial y, en consecuencia, reducir su impacto en el cambio climático. Como miembros del consorcio (Fig. 3), del lado europeo, además de la UPM, del lado europeo encontramos empresas como Airbus o Safran, organizaciones como IATA y centros de investigación como ONERA, además de otras universidades. Del lado chino, liderado por Beihang University, Tianjin University, Civil Aviation Administration of China, Henan Academy of Science, SINOPEC yo Aero Engine Corporation of China.


Figura 3. Entidades participantes en el proyecto ALTERNATE, coordinado por UPM y la Universidad de Beihang (fuente: el autor)

El otro proyecto en que participaba IDR-/UPM fue GreAT (Greener Air Traffic Operations) y estaba liderado por el DLR alemán. El objetivo general de GreAT era reducir el consumo de combustible y las emisiones de gases durante las fases de vuelo "puerta a puerta", mediante el desarrollo y la evaluación de conceptos operativos de tráfico aéreo respetuosos con el medio ambiente, espacio aéreo adaptable y tecnologías de optimización de trayectorias ecológicas, y sistemas de aviónica de apoyo. Del lado chino participaron universidades como Nanjing University of Aeronautics and Astronautics (NUAA) o la Civil Aviation University of China (CAUC).

El último ejemplo de esta buena relación fue la visita el pasado mes de diciembre a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE-/UPM) de una delegación de representantes al más alto nivel de la Agencia Espacial China (China National Space Administration, CNSA) y de la China Great Wall Industry Corporation (parte de la China Aerospace Science and Technology Corporation, CASC). Los visitantes, donde se mostraron muy interesados en el programa UPMSats, el programa de desarrollo de pequeños satélites liderado por el Instituto Ignacio Da Riva (IDR-/UPM), que ya ha lanzado dos satélites al espacio, el último de ellos en 2020 (Fig. 4), todavía en operación, y que se dispone a lanzar el siguiente, UPMSat-3, este mismo año. Esta visita, promovida por la Agencia Espacial Española, permitió a los investigadores de IDR-/UPM presentar sus actividades y las actividades de colaboración con universidades chinas, a los máximos representantes de la administración espacial china, lo que y esperamos que sirva para dar continuidad y profundidad a esta colaboración.


 Figura 4. Despliegue en órbita del satélite UPMSat-2, desarrollado por IDR/UPM (fuente: Arianespace)

Tal como empezábamos diciendo, el sector aeroespacial es estratégico. Proporciona a las naciones ciencia y tecnología, poder industrial, retorno económico y poder militar. También es uno de los sectores más globalizados del mundo. Estamos convencidos de que, bien gestionada, la cooperación internacional en un contexto universitario, incluso en un sector tan sensible como éste, nos enriquece a todos.

 




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