CHINA: OPORTUNIDADES EN TIEMPOS INCIERTOS
Por Lisa Wang*
Publicado el 22/03/2024
Recientemente, durante «las dos sesiones» —un evento político clave en China que incluye la reunión de la Asamblea Popular Nacional y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo—el primer ministro Li Qiang anunció una previsión de crecimiento para China del 5 % para 2024. Sin embargo, las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) ofrecen un pronóstico más modesto: un 4,6 % y un 4,5 % respectivamente.
Dudas sobre China
Hay expertos occidentales que creen que China se encuentra en una desaceleración estructural difícil de reequilibrar a corto plazo. Entre los desafíos cabe señalar la reducción de la demanda tanto interna como externa, la sobreproducción y el consiguiente bajo margen para las empresas chinas, la crisis del sector inmobiliario, el endeudamiento de los gobiernos locales y regionales, así como la elevada tasa del desempleo juvenil. A esto se suma el contexto de crecientes tensiones geopolíticas, especialmente con Estados Unidos, que añaden una capa de complejidad a las perspectivas económicas del país.
La inversión extranjera directa en China se ha vuelto negativa por primera vez desde que comenzaron los registros en 1998. Mientras tanto, las empresas chinas continúan ascendiendo en la cadena de valor, mejorando su tecnología y capacidad de gestión, lo que reduce las ventajas competitivas de las empresas occidentales tanto dentro como fuera del país.
Toda esta dinámica genera incertidumbre sobre si China puede seguir siendo un proveedor de confianza, un mercado atractivo o un destino de inversión viable. Las empresas occidentales se estarán preguntando: ¿merece la pena entrar, expandirse o incluso permanecer en China?
Aspectos positivos
A pesar de las dudas arriba mencionadas, desde Link The World Advisers (LW Advisers) creemos que el mercado chino seguirá presentando oportunidades, especialmente en sectores abiertos a la inversión extranjera, que representan alrededor del 70 % del total.
El pronóstico de crecimiento del 5% sitúa la economía china muy por delante de las de otras superpotencias como Estados Unidos (con una previsión del 2,1% en 2024) o la zona del euro (0,9% en 2024) según las previsiones del FMI. Los datos son positivos sobre la oportunidad que representa la economía china, la segunda del mundo. Se prevé que China doblará su PIB y aparecerán 800 – 900 millones de personas de clase media en 2030. Tampoco debemos olvidarnos de que China se está posicionando como líder mundial de innovación tecnológica en varios sectores.
Oportunidades de China como mercado
¿Qué sectores ofrecen las mayores oportunidades de inversión? En general vemos un cambio de inversión en activos fijos como el inmobiliario y la infraestructura hacia la energía verde y la modernización de la industria.
Un informe de McKinsey destaca la transición ecológica como una gran oportunidad de inversión en China. El país está impulsando la reforma de su sistema energético, con un aumento significativo en la capacidad eólica y solar para reducir su dependencia del carbón. Este cambio requerirá inversiones multibillonarias y representa una oportunidad considerable para las empresas extranjeras.
China también mantiene un liderazgo global en varios sectores, incluyendo la automoción —especialmente en vehículos eléctricos y baterías—, bienes de consumo de lujo y equipos industriales. En 2023, el país no solo se consolidó como el mayor mercado automotriz (con 21,93 millones de vehículos vendidos); sino también como el mayor exportador mundial de automóviles alcanzando una cifra récord de 4,91 millones de unidades, gracias en gran medida a sus avances en el sector de los vehículos eléctricos. BYD y Chery Automobile emergieron como importantes marcas chinas en el sector, con avances significativos en el exterior.
Además, China está a la vanguardia en tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y la conectividad, con empresas como Tencent Holding y Baidu liderando en número de patentes relacionadas con la IA.
China como base de suministro
Desde el punto de vista de la cadena de suministro, las dudas arriba mencionadas con respecto a las perspectivas empresariales y las tensiones geopolíticas son motivos que llevan a las empresas europeas a reconsiderar su relación de fuerte dependencia de China.
La clave es ¿existen alternativas comparables en otras zonas del mundo? Lo cierto es que la gran experiencia manufacturera acumulada en las últimas cuatro décadas, la productividad y la eficiencia logística de China son difíciles de igualar en otras partes. En este contexto, Yossi Sheffi, un experto del Massachusetts Institute of Technology (MIT), sugiere mantener una presencia significativa en China mientras se exploran opciones en otras regiones para diversificar riesgos.
China como inversor o socio estratégico
Finalmente, la expansión global de las empresas chinas ofrece nuevas oportunidades de inversión y colaboración en Europa y otros mercados. Un ejemplo es la inversión de la empresa china de baterías Envision en una gigafactoría en Extremadura, España, en colaboración con Acciona Energía. Se espera que una vez esté operativa en agosto de 2025, necesitará más de 800 trabajadores especializados en distintos perfiles técnicos de mecánica y robótica.
Este tipo de colaboraciones internacionales no solo implican la inversión de recursos financieros, sino también la combinación de conocimientos técnicos y experiencia en el sector, lo que puede resultar en beneficios significativos para ambas partes.
Estos ejemplos destacan la importancia de considerar a China no solo como un mercado o base de suministro, sino también como un potencial inversor o socio estratégico en el escenario global.
La importancia de la estrategia
Para las empresas internacionales interesadas en China, es crucial adoptar una perspectiva estratégica, teniendo en cuenta tanto los riesgos como las oportunidades que China ofrece en el actual contexto económico y geopolítico.
La evaluación del mercado debe ser exhaustiva e incluir una estrategia bien definida para acceder, crecer o reconsiderar la presencia en China, teniendo en cuenta las inversiones necesarias para conseguir el objetivo deseado. La colaboración con consultores especializados en el mercado chino puede ser recomendable en este proceso.
Debido a la complejidad y sofisticación del mercado chino, este debe abordarse con un compromiso a largo plazo y con una dedicación de recursos financieros, humanos y de tiempo suficientes. La capacidad de ejecución será igualmente importante. Un buen equipo de confianza, un sistema de comunicación y toma de decisiones fluido y una revisión regular de la estrategia serán requisitos necesarios para tener éxito en el proyecto y gestionar los cambios constantes.
*Nota: Las ideas contenidas en las publicaciones de Cátedra China o de terceros son responsabilidad de sus autores, sin que reflejen necesariamente el pensamiento de esta Asociación.
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